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Lamentaciones
Introducción
Autor y Fecha
Desde el tiempo del AT en gr., o Septuaginta (LXX; escrito aprox. un siglo antes de Cristo), el libro de Lamentaciones ha sido atribuido a Jeremías. Las distintas versiones generalmente siguen a la LXX y colocan el libro junto con el del profeta. Jeremías ciertamente compuso lamentos, como lo sabemos por su libro profético (p. ej. Jer. 11:18– 20; 20:7– 13). Hay también algunas similitudes de expresión entre los dos libros (cf. Jer. 14:17 y Lam. 3:48– 51). Además, se nos dice en 2 Crón. 35:25 que Jeremías compuso un lamento por el rey Josías.
Aunque esta evidencia no es concluyente, los dos libros deben ir juntos en maneras importantes. Jeremías trata eventos en Judá hasta y después de la caída de Jerusalén y el templo bajo el dominio del rey babilónico Nabucodonosor en 586 a. de J.C.; y el ambiente de Lam. parece ser también el período siguiendo de inmediato a aquellos terribles eventos, por sus referencias al exilio, pérdida de los reyes y destrucción del templo (p. ej. 1:3, 10; 2:2, 7).
Forma y Estructura
Los cinco capítulos del libro son cinco poemas separados. Su forma es conocida comúnmente como un lamento (algunos de los salmos son lamentos). Estos contienen expresiones de protesta o queja acerca de infortunio, tanto como confesión y oraciones por liberación. Porque los autores de los lamentos sabían que Dios era fiel, a menudo expresaban su creencia de que al fin él les salvaría. Un ejemplo de un lamento es el Sal. 74, que (como Lam.) fue ocasionado aparentemente por el exilio. Lam. tiene, en un lugar u otro, todas las características mencionadas.
El libro tiene también ciertos rasgos de estilo. Su medida (es decir, su forma de línea poética) es la qinah, que es típica del lamento. Cada poema (ex cepto el cap. 5) tiene forma de acróstico, es decir, cada v. comienza con una letra diferente en orden alfabético. Muchos acrósticos del AT tienen 22 versículos o líneas (p. ej. Lam. 1, 2, 4; Sal. 34) porque el alfabeto heb. tiene 22 letras. El cap. 3 varía ligeramente de esto, ya que cada letra del alfabeto está representada por tres versículos consecutivos, resultando en 66 versículos en total.
El arte cuidadoso de la forma acróstica parece contrastar con el sentimiento intenso que los poemas expresan. Sin embargo, toda poesía es artística de algún modo, y no necesita suprimir la emoción verdadera. Más bien, el cuidado del poeta al formular el acróstico puede ser visto como un acto de su devoción al Señor. De todos modos, es un tributo a la restricción y disciplina necesarias el acceder a un tema de este tipo. Tiene el efecto adicional de sugerir un tratamiento minucioso, completo, de un tema (es decir, en su utilización de todo el alfabeto).
Proposito
Es difícil resumir el propósito de Lam. Teológicamente, hay aceptación de que el desastre es un juicio justificado en razón de la pecaminosidad del pueblo. Esto está basado en el antiguo pacto, que estipulaba que la desobediencia o infidelidad a Dios de parte del pueblo resultaría en "maldiciones" (Deut. 28:15– 68). Estas estaban en contraste con las "bendiciones" que seguirían a la obediencia fiel (Deut. 28:1– 14). La predicación de juicio del profeta había tenido esta base también. En un sentido, por lo tanto, el libro justifica de hecho la acción de Dios, y muestra que no era debido a su debilidad, comparada con la de otros dioses, que el exilio había tenido lugar. Por el contrario, el triunfo de los enemigos de Judá había sido traído, de hecho, por el Señor mismo.
Sin embargo, el libro expresa también la tremenda dificultad que el pueblo tenía en aceptar el terrible sufrimiento que siguió a la destrucción de Jerusalén, la matanza de mucha gente y el exilio de la mayoría de los restantes. Ese sufrimiento era apenas más fácil de aceptar por el conocimiento de que era justo. Después de todo, ¿no era el castigo salvaje y excesivo? (2:20– 22). ¿Podía ser correcto que Dios se comportase como un enemigo de su propio pueblo (2:45)? Los poemas expresan libremente agonía y perplejidad, y esto es lo que les da fuerza, en cualquier situación donde el pueblo se siente afligido y abandonado.
La cosa más dramática de estos poemas, sin embargo, es que en medio de este espantoso sufrimiento pueda haber una expresión de esperanza en Dios (3:22– 26), quien es por sobre todo un Dios de amor y compasión. La posición de estos versículos en el corazón del libro parece decir que esta es la cosa más importante que se puede decir acerca de Dios. Es así una declaración de fe muy notable en medio de gran aflicción. Otros pasajes reflejan también la creencia de que vendrá un fin al sufrimiento (4:22).
Lam. va aun más allá que esto, porque habla de un sufrimiento soportado por uno en beneficio de los muchos (ver sobre 3:49– 66). Más profundamente, entonces, el sufrimiento de los judíos en el exilio prefiguraba el de Jesucristo en la expiación por todo el pueblo, la más grande demostración a la vez del juicio de Dios y de su amor salvador. Esta interpretación debiera hacernos precavidos en hallar ejemplos específicos del juicio de Dios en el sufrimiento de naciones o individuos que nos rodean.
Como Beneficiarnos de Lamentaciones Hoy
Lam. puede parecer como un libro particularmente difícil para el uso de un lector cristiano moderno, ya sea debido a los eventos especiales que lo ocasio naron (los que ocurrieron bajo "el antiguo pacto"), o simplemente porque habla tanto de juicio. ¿Cómo puede un libro tal hablar de aquellos que conocen la salvación de Jesucristo?
Hay varias respuestas posibles. Primera, el libro puede hablar a cualesquiera, incluso cristianos, que se sientan solos o abandonados por Dios. En este res pecto, es como aquellos salmos que hemos llamado "lamentos". Es bueno expresar honestamente los sentimientos, y conocer la seguridad de la gracia de Dios en medio de ellos.
Segunda, Lam. puede capacitar al lector para identificarse con aquellos que están al presente experimentando gran adversidad. En un mundo en el que desastres, guerras y hambre son presentados constantemente ante nuestros ojos por los medios ma sivos, es natural que preguntemos dónde está Dios en estos eventos. Tal vez nos extrañamos tanto más cuando nuestros hermanos y hermanas cristianos son víctimas de hechos terribles. Y nosotros no cuestionamos meramente el porqué; nos identificamos con su dolor. El libro de Lam. nos capacita para expresar nuestro dolor, no sólo a favor de nosotros, sino también de los otros.
La disciplina que hemos observado en la escritura del libro puede también ayudarnos. Implica que el uso del libro debiera ser también un acto disciplinado, una decisión que tomamos con toda serie dad, para hacer frente a problemas que de otra manera son difíciles de enfrentar. La palabra de Dios puede obrar de este modo; no meramente enseñando a nuestras mentes, sino dándonos los medios pa ra expresar aquello que es demasiado profundo para nosotros. Y, en el proceso, capacitando la mente y el corazón.
No es fácil acomodar a esta norma el elemento de confesión del pecado. El pueblo de Judá sabía que su exilio era debido a su desobediencia al pacto de Dios hecho por sus antepasados. No podemos tratar del mismo modo todo sufrimiento. No obstante, aquí también podemos identificarnos con nuestros antepasados en la fe, reconociendo simplemen te que el pecado humano, en el que cada uno de nosotros tiene una parte, es la causa radical del sufrimiento del mundo. El cuestionar y protestar, por tanto, pueden ser al mismo tiempo confesión. Has ta puede ser alabanza, porque nos dirigimos a un Dios que es justo. Su justicia no resulta finalmente sólo en juicio, sino también, y decisivamente, en misericordia. Nuestro uso de este libro, por lo tanto, debe ser a la luz de nuestro conocimiento de Jesucristo, quien por su muerte y resurrección ha revelado que Dios está redimiendo a su mundo y un día enjugará toda lágrima.
Bosquejo del Contenido
1:1-22El sufrimiento de Jerusalén
1:1-7La pérdida de grandeza de Jerusalén
1:8-17La ira del Señor contra Jerusalén
1:18-22Apelación a Jehovah
2:1-22La ira del Señor
2:1-10"Cual enemigo"
2:11-19Lágrimas como un río
2:20-22Apelación a Jehovah
3:1-66La compasión de Dios
3:1-21"Me bloquea por todos lados"
3:22-30"Nunca decaen sus misericordias"
3:31-39"No aflige por gusto"
3:40-48"Volvamos"
3:49-66"Has redimido mi vida"
4:1-22Los horrores del sitio
4:1-10Un pueblo deshumanizado
4:11-22"Se ha cumplido tu castigo"
5:1-22"Acuérdate, oh Jehovah"