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Nahum
Introducción
Nahum el Profeta
Todo lo que sabemos acerca de Nahúm viene del libro mismo. El era de Elcós, pero no sabemos dónde quedaba ese lugar. Se han sugerido cuando menos cuatro diferentes lugares, desde Judea hasta Siria. La mayoría de los comentaristas asumen que él pronunció sus profecías en Jerusalén (o cuando menos en Judea), pero tal vez él pudo ser uno de los deportados previamente de Israel a Asiria o de los esparcidos entre las naciones (Jer. 23:1– 3; Eze. 11:16; Joel 3:2).
Nahúm significa "consolación, ánimo". La raíz tiene el significado de "ser aliviado por la venganza" (Isa. 1:24; 57:6), y esto sería perfectamente adecuado para Nahúm. Cuando Dios se venga de sus enemigos su pueblo recibe ánimo y alivio.
Nahúm probablemente vivió poco antes de la destrucción del Imperio Asirio, que se aseguró con la caída de Nínive en 612 a. de J.C., y que es el evento en el que él se concentra. El probablemente profetizó después del saqueo de Tebas en el Nilo en 663, ya que a esto parece referirse en 3:8. (Ver la gráfica en la pág. 656.)
La Situacion Historica
Nínive era la ciudad capital de Asiria, la nación más implacable y cruel del mundo antiguo. Los asirios aterrorizaban a sus futuras víctimas, no sólo porque destruían y quemaban las ciudades que conquistaban, sino porque también sometían a sus moradores a diversas clases de sufrimientos y humillación.
Un rey, Asurbanipal, se jactaba en los siguientes términos acerca de algunos conspiradores que había frustrado: "En cuanto a esos hombres vulgares que habían dicho cosas despectivas contra mi dios Aser, y que han conspirado contra mí, el príncipe que lo venera, les arranqué la lengua y los humillé. Como una ofrenda póstuma yo aplasté al resto de la gente viva con las mismas estatuas de las deidades protectoras entre las cuales ellos habían aplastado a mi abuelo Senaquerib. Los pedazos cortados de su carne los eché a los perros, a los puercos, a los chacales, a los pájaros, a los buitres, a las aves del cielo y a los peces de los estanques profundos."
Los asirios eran los que habían destruido a Samaria, y con esta, al reino del norte. En 2 Rey. 17:5 dice: "Después el rey de Asiria ... subió contra Samaria y la sitió durante tres años." Podemos imagi narnos a la gente acosada por el hambre, desesperada e impotente, mientras miraba al ejército asirio, una multitud invencible. También sabían que esos soldados eran completamente implacables. Despellejarían a la gente viva y los arrastra rían con ganchos prendidos de su carne. Y si la gente no sabía todavía de lo que sus enemigos eran capaces, los asirios se lo recordaban cada día (cf. el discurso del comandante de campo asirio a Eze quiel en Isa. 36:4– 20). En el museo británico hay esculturas de piedra tomadas de Nínive que muestran la manera en que los asirios trataban a las ciudades conquistadas. Una muestra una pila de ca bezas. El cuadro del asedio de Laquis muestra a tres hombres empalados en estacas fuera de la ciudad, una horripilante ayuda visual para los que todavía estaban encerrados adentro. Los cautivos a menudo eran mutilados cortándoles las ma nos, los pies, las narices, las orejas o las lenguas. Un relieve de Korsabad muestra carros asirios pasando por encima de cuerpos mutilados. Los niños eran a menudo estrellados (Nah. 3:10; cf. Sal. 137:9). Las mujeres podían ser tomadas como despojo y las mujeres embarazadas eran usualmente destripadas.
Habiendo conquistado una ciudad, los asirios tomaban medidas para asegurarse de que no les dieran más problemas en el futuro. Así, cuando Samaria cayó en 721 a. de J.C., 27.000 fueron exiliados y un número comparable de deportados fue traído de otros países. Esto destruía la unidad y hasta la identidad de la nación, lo que hacía muy difícil que organizaran resistencia en el futuro.
Podemos ver por qué la gente estaba (y todavía está) preocupada por la idea de que Dios permitiera a los asirios llevar a cabo el juicio en su nombre. No obstante, la Biblia dice en varios lugares que los asirios fueron instrumentos de juicio.
Nahúm llega después de la caída de Samaria. La ciudad de Nínive cayó en 612 a. de J.C., y Nahúm puede ser ubicado poco antes de esto. Noventa años es mucho tiempo para esperar el juicio de una nación malvada. Incidentalmente, Jonás llevó a cabo su ministerio en Nínive un poco antes de 721. A él se le menciona en 2 Rey. 14:25 (que se refiere al reinado de Jeroboam II, 782– 753) como habiendo profetizado previamente.
Aunque el juicio de Dios puede demorarse, nunca se olvida; él tiene mucho cuidado del bien y del mal. El libro de Nahúm deja esto bien claro.
El Mensaje de Nahum
Nahúm es un pequeño libro apasionado con un mensaje principal: Jehovah trae castigo sobre Asiria por causa de su grosero pecado. La manera en que Nahúm expresa su mensaje ha causado problemas para algunos comentaristas sensitivos. El tono se establece en el encabezado (1:2) donde lit. dice: "¡Dios celoso y vengador es Jehovah! Vengador es Jehovah, y está indignado. Jehovah se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos."
La palabra que se traduce como "celoso" viene de una raíz que significa "ardor, celo, envidia". Puede indicar celos en un sentido malo, o envidia (Gén. 26:14; 30:1; 37:11; Sal. 73:3), pero más a menudo significa estar celoso justificadamente (p. ej. Núm. 5:14, 30) o tener un celo justo (p. ej. Núm. 11:29; 25:11). Las palabras que se traducen como "vengador, se venga" vienen de una raíz que puede ser usada en un mal sentido, eso es, acariciar sentimientos vengativos contra un vecino. Esto está prohibido en Lev. 19:18 y contrasta con el amor: "no te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, amarás a tu prójimo como a ti mismo." Sin embargo, generalmente como aquí, se habla de la venganza que es correcta y justa (Núm. 31:2, 3; Deut. 32:43). "Está indignado" indica calor, ira, enojo ardiente y furia (Gén. 27:44, 45; Dan. 8:6).
Entonces, el libro de Nahúm es un libro apasionado. El Dios de la Biblia no es frío, remoto e imperturbable como el ideal filosófico griego. El mira hacia abajo a la humanidad, ve su maldad y en efecto dice: "¿Cómo se atreven a comportarse así en mi mundo? Yo los hice, y ustedes no tienen vida ni derecho de existir sin mí, ningún futuro a menos que estén en armonía conmigo. Lo que sea que esté mal en el mundo tiene que ser enderezado, y yo veré que lo sea."
Esta clase de idea no va bien con la persona educada promedio de hoy, y el libro de Nahúm nos provee un poderoso recordatorio de que Dios cuida de su mundo, y que juzgará el pecado. Por supuesto, necesitamos recordar que la pasión de Dios no es como la nuestra y que su ira no es como la nuestra. Es justa y pura; 1:3 nos provee el correctivo que necesitamos: "Jehovah es lento para la ira y grande en poder." Luego el profeta regresa, sin embargo, a su énfasis original: "De ninguna manera dará por inocente al culpable."
Bosquejo del Contenido
1:1El título
1:2-8Un himno a Jehovah
1:9-15Anuncio de juicio para Asiria y de salvación para Judá
1:9-11Juicio para los conspiradores
1:12-14Futuros contrastantes de Judá y Asiria
1:15El heraldo trae buenas nuevas
2:13:19La caída de Nínive: descripción e interpretación
2:1-13La agonía mortal de Nínive
3:1-4¡Ay de Nínive!
3:5-19"Estoy contra ti", declara Jehovah de los Ejércitos