Riched20 5.40.11.2210;Rut
Introducción
No es difícil explicarse el atractivo de este breve libro. Ya tiene mucho mérito como un relato bien narrado, con su simetría de forma y vívida caracterización, pero, sobre todo, es un libro con mensaje. Cuando para Noemí la vida ya nada le prometía y carecía de sentido, Rut, su nuera, decidió permanecer a su lado en lugar de dejarla que enfrenta ra sola, anciana y viuda su camino hacia el futuro. La tragedia en Moab tuvo un final feliz en Belén, y la lealtad altruista recibió su recompensa. Dios se hizo cargo de los acontecimientos para dar amor y seguridad a quienes confiaron en él, mientras que paralelamente iba entrelazando sus vidas con su propósito para el mundo. Dios permaneció escondido, no obstante siguió obrando en los asuntos ordinarios de la vida cotidiana, cumpliendo sus pro mesas a su pueblo.
Se han hecho muchos intentos de clasificar al libro de Rut según las categorías de la literatura europea moderna. Ha sido considerado como una novela, un idilio y una novela histórica, todo lo cual implica un elemento ficticio mayor. En un intento por colocar al libro en un trasfondo del Medio Oriente otros eruditos han sugerido que tuvo sus orígenes en la mitología cúltica, pero no han producido evidencias convincentes de ello. El libro mismo, con sus palabras introductorias: Aconteció en los días en que gobernaban los jueces, y su genealogía final que termina con el rey David, implican eventos históricos y verificables. Es cierto que trata de una familia común y no de las hazañas de los grandes, pero sería extraño que la conexión en tre Rut la moabita y el rey David hubiera sido inventada, porque nada aportaba al engrandecimiento de éste en Israel. Aunque el escritor fue laborioso para que su libro fuera una obra de arte, es evidente que su intención fue que se aceptara como una narración histórica. Es un relato verídico, contado magistralmente en el estilo de las narraciones patriarcales, donde se encuentran algunos de los mismos temas, como son la hambruna, el exilio y el regreso, la falta de hijos, por medio de los cuales Dios se da a conocer.
Autor y Fecha
El libro no ofrece ninguna indicación sobre el autor. El Talmud (c. 200 a. de J.C.) lo atribuye a Samuel, pero éste murió antes de que David fuera rey (1 Sam. 28:3), y el libro implica que el reinado de Da vid era bien conocido. La referencia al período de los jueces es como a una era pasada, y la necesidad de explicar la ceremonia del zapato en 4:7 indica que había pasado algún tiempo antes de que los acontecimientos fueran volcados a la escritura. Los escribas en la corte de Salomón hubieran tenido acceso a los archivos reales, y el período que vio el apogeo de la literatura y las artes muy bien puede haber producido esta joya literaria. Varios eruditos recientes han detectado una perspectiva femenina en el libro lo cual les ha sugerido que el autor fuera una mujer. En una sociedad dominada por los hombres es significativo que el libro haya si do escrito acerca de dos mujeres, cuyas iniciativas generaron la acción y cuya fe fue recompensada. En la providencia de Dios sus vidas aun jugaron un papel en la preparación de la venida del Sal vador (Mat. 1:5; Luc. 3:32). Quien sea que haya escrito el libro estaba en sintonía con el propósito revelado de Dios de bendecir a todas las familias de la tierra (Gén. 12:3), y había vivido suficientes años como para reconocer el obrar de Dios en la vida humana. Pocos escritores han tenido más éxito que éste en hacer que la bondad sea atractiva.
Es difícil establecer la fecha en que fue escrito. Puede ser en cualquier momento entre el reinado de David (c. 1000 a. de J.C.) y la aceptación del li bro en el canon de las Escrituras en el siglo II a. de J.C. La fecha que más se favorece dentro de ese lapso es el período posexílico, especialmente los si glos V y IV a. de J.C., cuando el libro pudo haber sido una protesta contra el nacionalismo cerrado de Esdras y Nehemías. La presencia de palabras arameas en el heb. se consideraba como un apoyo a la idea de que fuera escrito en una fecha posterior, pero estudios más recientes han puesto en tela de juicio este argumento. El libro no tiene ningún indicio de que fuera literatura de protesta, y el estudio del idioma ha sido utilizado para mostrar que el heb. clásico utilizado muy posiblemente fuera preexílico (o sea, del siglo VII a. de J.C., a más tardar). Parece muy posible que el escritor haya vivido con la suficiente posteridad a los eventos que registró como para poder verlos en su justa perspectiva, quizá durante el reinado de Salomón. Otra posibilidad es que el profeta Natán haya sido el autor. Este dejó registros del reinado de David (1 Crón. 29:29), desafió con valentía la vida personal del rey (2 Sam. 12:1– 12), y aun así estuvo dispuesto a apoyar más adelante a Betsabé (1 Rey. 1:11– 53).
Su Lugar en el Canon
El libro de Rut se valoraba como Escritura tanto en los círculos judíos como cristianos, y estaba incluido en las listas oficiales de los libros bíblicos cuando la iglesia los empezó a compilar en el siglo II d. de J.C. Las referencias en los Evangelios (Mat. 1:5; Luc. 3:32) demuestran que cuando fueron escritos, Rut era considerado autoritativo.
En nuestras Biblias en castellano, Rut aparece después de Jue., como sucede también en la traducción de LXX y de la Vulgata. Pero en las Biblias heb. impresas, Rut aparece en la tercera división, la de los Escritos, donde es el segundo de cinco rollos que ya para el siglo VI a. de J.C. eran usados litúrgi camente en la sinagoga. El Cantar de los Cantares era el primero porque se usaba para la Pascua; Rut se usaba en el Pentecostés. El Talmud Babilónico, que data desde antes del siglo VI, empezaba los Escritos con Rut, seguido por los Sal. Otros textos colocan a Rut en primer lugar entre los cinco rollos porque así corresponde cronológicamente. Es evidente que al principio se colocó al libro entre los Escritos y posteriormente fue transferido a la posición donde corresponde históricamente, entre Jue. y Sam.
Temas
Una hambruna es la circunstancia que hizo que una familia israelita emigrara a la tierra extranjera de Moab. La hambruna era un hecho recurrente en el tiempo de los patriarcas, obligando a Jacob y sus hi jos a emigrar a Egipto. Esclavizados y oprimidos, fueron liberados por Dios, un evento recordado anualmente en la Pascua (Exo. 12:1– 29). En el libro de Rut, ese mismo Dios acudió en auxilio de dos mujeres necesitadas, demostrando su poder de sa car un bien de una tristeza, vida de la muerte.
El matrimonio es otro tema central del libro. Era central en el pensamiento de Noemí. Aunque se con sideraba ella misma demasiado anciana como para casarse, para sus nueras era una prioridad que les instaba a atender (1:9). El nacimiento de un nieto daría nuevo impulso a su vida y si, por la providencia de Dios, éste podía ser aceptado legalmente como el heredero de Elimelec, su gozo sería total. Rut, la joven viuda de Moab que había decidido permanecer junto a su suegra y había abrazado la fe de Israel, daba por sentado que volver a casarse no sólo era lo bueno y correcto sino también su deber específico. A fin de poder suplir las necesidades de Noemí, necesitaba un marido que aceptara a Noemí como miembro de la familia. Por dicha razón su historia tenía que ser una historia de amor distinta, pero bajo la dirección de Noemí terminó siendo aun más extraña y excepcional. Rut podía haberse casado con un joven soltero de su propia generación, pero eso no hubiera resuelto el problema que Noemí tenía respecto a la propiedad de su familia, ni le hubiera dado un heredero a Elimelec. Casándose dentro de la familia de su esposo fallecido, Rut dio seguridad a la vida de Noemí tanto como a la propia. Su amor altruista era un reflejo del de Dios por Israel, en quien ella había puesto su confianza.
Las dos mujeres dominan el relato, pero, Boaz, pariente cercano de Elimelec, también tenía que estar dispuesto a asumir nuevas obligaciones. Noemí no sólo esperaba que se casara con la viuda de Majlón, pariente de él que había muerto en Moab, sino que también comprara una propiedad que posiblemente no terminaría siendo de él. La prescripción legal favorecía a la familia que había perdido al ser querido, asegurando que el hijo varón na cido del matrimonio heredaría la propiedad de Elimelec y continuaría la línea de éste. El pariente más cercano a quien Boaz presentó la proposición la rechazó aduciendo que pondría en peligro su propia pro piedad (4:6). Boaz, con su gran corazón, aceptó la obligación familiar, aunque costosa, con el beneplácito total de los ancianos y los habitantes de Belén, quienes oraron para que la bendición de Dios prosperara su posición en la comunidad y diera muchos hijos a Rut.
Al llegar al final de la historia estas oraciones habían sido contestadas más plenamente de lo que hubieran podido imaginar ninguno de los involucrados. La necesidad que Israel sentía de tener un rey se cumplió después de la muerte de Saúl, a través de David, nieto de Obed, quien fue el hijo nacido de Rut y Boaz. David, a pesar de todas sus faltas, estableció el reino, edificó a Jerusalén e inspiró las visiones del rey ideal por venir. Dios tomó el amor y la obediencia de Noemí, Rut y Boaz y los entretejió en su propósito eterno de mostrar mise ricordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos (Deut. 5:10). Es digno de notar que el Mesías nació dentro de esta misma familia (Mat. 1:5, 6, 16; Luc. 3:23– 31).
Otro tema, implícito en todo lo que hasta aquí se ha explicado, es cómo Dios ordena providencialmente la vida humana. El autor de Rut podía ver parte del propósito de Dios para la historia humana cumplido en David; el lector cristiano puede hacer caber esa parte dentro del todo, porque Dios estaba llevando a cabo su plan de redimir a la humanidad por medio de un descendiente más grande que el gran David. El autor de Rut también percibía la mano de Dios sobre las circunstancias personales de familias e individuos, animándoles a dar una mi rada retrospectiva a otros eventos para ir viendo los resultados misteriosos de la bondad sobreabundante de Dios en sus vidas. Los eventos hablan por sí mismos. En la vida personal y en la historia Dios obraba para llevar a cabo su gran propósito.
Bosquejo del Contenido
1:1-22Regreso a Belén
1:1-7Se prepara la escena
1:8-18Decisiones trascendentales
1:19-22La llegada a su ciudad
2:1-23Rut halla gracia
2:1-3Conexiones familiares
2:4-17Bondad inesperada
2:18-23Noticias y alimentos para compartir
3:1-18Fe, resolución y acción
3:1-6El plan de Noemí
3:7-15El encuentro a medianoche
3:16-18Más razones de aliento para Noemí
4:1-22Las nupcias y su resultado
4:1-12Arreglos para contraer matrimonio
4:13-17Un hijo para Noemí
4:18-22Genealogía final