Riched20 5.50.30.2002;
Santiago
Introducción
La carta de Stg. no siempre ha sido apreciada por la iglesia. De hecho, Martín Lutero la llamó "una epístola de paja" (refiriéndose a 1 Cor. 3:12) por que no sonaba como las de Pablo, ni menciona la principal preocupación de Lutero, la salvación por la gracia. Sin embargo, esta carta es de extrema importancia para la iglesia actual.
El primer punto que debe notarse es que fue escrita a una iglesia que estaba bajo presión. Los cristianos no estaban siendo llevados al martirio, pero estaban sufriendo persecución económica y opresión y, bajo esta presión, se estaba destruyendo la iglesia. Hay dos formas en las cuales los miembros de la iglesia pueden responder a la presión extrema. Pueden tirar juntos y ayudarse entre sí o pueden entrar en compromiso con el mundo y dividirse en facciones de disputas ociosas. Santiago quería que sus lectores hicieran lo primero, pero lo que en realidad estaba pasando era lo segundo, pues la gente estaba luchando por abrirse paso en el mun do. Estos problemas hacen que la carta tenga mucha relevancia para la iglesia actual.
En segundo lugar, está llena de la enseñanza de Jesús. Ninguna otra carta del NT tiene tantas referencias a la enseñanza de Jesús en cada página como ésta. No se trata de que Stg. cite directamente a Jesús, aunque a veces lo hace (ver 5:12), pero normalmente usa frases e ideas que provienen de Cristo. Sus lectores deben haber memorizado mucho de la enseñanza del Señor, y por eso reconocerían la fuente de estas enseñanzas. La mayoría de estas frases proviene de las enseñanzas de Jesús que ahora tenemos en el Sermón del monte (Mat. 5– 7) o del Sermón de la llanura (Luc. 6). No hay mejor ejemplo en el NT de un líder que toma la enseñanza del Señor y la aplica a los problemas de la iglesia. La carta de Santiago, por lo tanto, llega a ser un modelo para la iglesia moderna sobre cómo aplicar la enseñanza de Jesús.
La carta declara haber sido escrita por "Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo". Son varios los líderes cristianos a los que se puede aplicar esto. Pero Santiago (nombre que equivale al de "Jacobo") el hijo de Zebedeo fue ejecutado entre los años 41 y 44 d. de J.C. (Hech. 12:2), y Santiago (o Jacobo) el hijo de Alfeo (Hech. 1:13) es tan des conocido que si hubiera sido el autor seguramente se habría identificado más claramente. En verdad, sólo hubo un Santiago (o Jacobo) lo suficientemente reconocido como para poder usar un saludo tan simple, o sea Jacobo el hijo de José, hermano del Señor por parte de padre. El fue visitado personalmente por Jesús después de la resurrección (1 Cor. 15:7) y probablemente se convirtió en ese momento. Estaba con los apóstoles en Pentecostés (Hech. 1:14) y pronto llegó al liderazgo de la iglesia, siendo el más destacado de la iglesia de Jerusalén alrededor del año 50 d. de J.C. (Hech. 15:13– 21; el hecho de que fue el último en hablar indica que era considerado el principal líder) y continuó en esa posición hasta después de la última visita de Pablo (Hech. 21:18). Mientras Santiago lideró la iglesia de Jerusalén, Hech. lo retrata como alguien preocupado por la unidad de la iglesia, dispuesto a ne gociar compromisos entre los grupos cristianos (eso es, los que estaban en favor y en contra de Pablo). La referencia en Gál. 2:12 no contradice este cuadro, porque no indica que Santiago sabía algo de las actividades de Pablo o sus mensajeros; sólo muestra por qué éstos eran considerados importantes. Santiago, según la tradición, fue martirizado después de la muerte de Festo en el año 62, cuando el sumo sacerdote Anás el Joven aprovechó la ausencia de un gobernador romano para llevar a cabo la ejecución.
Muchos eruditos no creen que Santiago, el hijo de José, escribió esta carta, sea porque parece que fue dirigida a una iglesia demasiado bien establecida como para ser de la primera mitad del primer siglo, o porque la calidad del griego usado es muy buena. Además, Stg. 2:14– 26 parece contradecir a Pablo en Rom. 4 y Gál. 4. Sólo podemos responder brevemente a estos puntos, pero notamos antes que nada que hacia el año 50 d. de J.C. la iglesia de Jerusalén ya tenía veinte años, lo bastante como para que surgiera cualquiera de los problemas que apa recen en esta carta. Estos no eran de persecución o martirio físico, que tuvieron lugar más hacia el fin del primer siglo, sino de persecución económica y opresión de los pobres, lo que se adecua al período an tes de la guerra de los años 66 a 70 en Jerusalén. En cuanto a la relación de Santiago y Pablo, argumentaremos en el comentario que el hecho de que usen términos diferentes la contradicción entre ambos es más aparente que real. Sin embargo, Santiago puede estar argumentando contra una distorsión de la enseñanza paulina, lo que significa que la carta debió haber sido escrita antes que Gálatas (c. 50) y Romanos (c. 56) estuvieran circulando ampliamente porque de otro modo Santiago hubiera citado la enseñanza misma de Pablo en contra de los que la interpretaban y aplicaban mal.


Diagrama estuctural de la carta de Santiago
La calidad del gr. en la carta de Stg. presenta un verdadero problema. Ciertamente un rústico galileo como Santiago pudo haber conocido el gr., pero es improbable que hubiera podido escribir con la gran calidad de esta carta. Quizá la clave deba encontrarse en dos hechos. En primer lugar, la carta está dirigida a "las doce tribus de la dispersión" (DHH "esparcidas en todo el mundo"). Stg. estaba mirando la iglesia en su conjunto como "el Israel de Dios" (cf. Gál. 6:16), pero en un Israel desparramado por el mundo. No es para los cristianos de Jerusalén que fue escrita la carta, sino para los que estaban desparramados más allá. La forma que usa Stg. fue la de una carta literaria más bien que la de una carta común. Estas eran escritas para una iglesia o persona en particular y enviadas a ella. Una carta literaria se publicaba como un libro o folleto dirigido a una audiencia mucho más am plia y general. Por lo tanto, la carta de Stg. refleja más la iglesia en Jerusalén que las que podrían recibir copias de la misma.
En segundo lugar, hay diversos lugares en que se usan diferentes palabras griegas para la misma idea (p. ej. "paciencia" en 1:3 y 5:7; "pasión" en 1:14 y "placeres" en 4:3). Del mismo modo, varias partes de la carta parecen haber sido cuidadosamente estructuradas como bosquejo para sermones como los que se predicaban en las sinagogas judías (p. ej. 2:1– 13; 2:14– 26). En otros lugares encontramos dichos breves usados para unir dos partes. De modo que parece como si sermones y dichos de Santiago (y quizá del mismo Jesús) fueron coleccionados para formar la carta. A diferencia, p. ej. de Gál., la carta de Stg. no parece una obra dictada de una vez.
Así pues, la carta es probablemente una colección de los dichos de Stg. recopilados en una unidad. Santiago mismo puede haber pedido a alguien fuerte en gr. que convirtiera la carta en una unidad, quizá para tener algo que compartir con los muchos cristianos del mundo greco parlante que estaban visitando Jerusalén o, si no, después de su muerte la iglesia hizo escribir la carta para preservar la enseñanza central de su principal figura. Esto debió haber sido hecho poco después de su martirio, porque la carta usa la simple designación de Santiago y no los títulos fantasiosos que se le aplicaron después en la historia eclesiástica.
Básicamente, la carta tiene cinco partes. La primera es una introducción en dos partes que presenta tres temas. El primero es el de las pruebas y la razón por la cual hay gente que fracasa cuando es probada. El segundo es la sabiduría y el control de la lengua. El tercero es la riqueza y su uso en las obras de caridad. Como en 1 Jn. 1:1– 4, Stg. analiza cada una de estas ideas y vuelve sobre ellas por segunda vez.
La segunda parte enfrenta el tema de la riqueza y la caridad y presenta dos sermones, uno discutiendo la discriminación en base a la riqueza y el otro señalando que cualquier fe que no termina en buenas obras, especialmente la caridad, de ninguna manera es salvadora.
La tercera parte trata el uso de la lengua, en particular la relación con los maestros que al parecer estaban reuniendo grupos a su alrededor y criticando a otros. Stg. atribuye esto a la influencia demoníaca, a la vez que señala que la sabiduría de Dios o el Espíritu produce paz y unidad en la iglesia.
La cuarta parte vuelve al tema de la prueba. Los ricos en la comunidad de la iglesia son probados por su riqueza. ¿La usarán de la misma manera que lo hace el mundo, o buscarán a Dios y procurarán seguir sus directivas? Los ricos que están fuera de la iglesia están condenados al infierno, no sólo por haber perseguido a los pobres, incluyendo a los cristianos, sino también por haber acumulado tesoros en la tierra y vivido en el lujo mientras otros mueren de hambre.
Finalmente, hay en Stg. una sección de conclusión a la carta. Su resumen llama a los lectores cristianos a la paciencia. Luego toma los puntos que se consideraban necesarios al fin de las cartas griegas: los juramentos y la salud (ver la Introducción a los artículos sobre Col. y Film.). Finalmente, explica a los lectores por qué les ha escrito: era para hacer volver a la verdad a los cristianos que se habían desviado de ella. No quiere criticar, sino cubrir los pecados llevando a la gente al arrepentimiento. Es te llamado al arrepentimiento caracteriza la carta y unifica la iglesia, porque la meta de Santiago era hablar a una iglesia que estaba bajo presión y llamarla para que se mantuviera unida en contra de la fuerza de las lenguas inquietas, en la vida interna de la iglesia, y de las presiones del mundo exterior.
Véase también el artículo "Leyendo las epístolas".
Bosquejo del Contenido
1:1Saludos
1:2-27Palabras de apertura
1:2-11Primera parte: prueba, oración y riqueza
1:12-27Segunda parte: prueba, dones y el escuchar y el hacer
2:1-26Prueba por medio de la generosidad
2:1-13Parcialidad y amor
2:14-26Generosidad y fe
3:14:12Prueba por medio de la lengua
3:1-12El mal en la lengua
3:13-18Antídoto para la lengua
4:1-10La fuente del mal y su cura
4:11, 12Apelación final
4:135:6Prueba por medio de la riqueza
4:13-17La prueba de los ricos
5:1-6Probados por los ricos
5:7-20Conclusión
5:7-11Resumen sobre la perseverancia paciente
5:12Los juramentos
5:13-18Oración por salud
5:19, 20Declaración de propósito