Riched20 5.50.30.2002;
Sofonias
Introducción
El Autor y Sus Tiempos
Sofonías, el autor de la profecía, era de familia piadosa, como lo demuestra su nombre, que significa "guardado por Jehovah". Aunque no es único en el AT (cf. Jer. 21:1; Zac. 6:10), muestra la seguridad de sus padres en la providencia del Dios de Israel aun en el nacimiento de su hijo. Aparentemente descendió de Ezequías, el decimocuarto rey de Judá (716– 687 a. de J.C.), como lo describe su genealogía (1:1), la más larga encontrada en cualquier libro profético. El mismo versículo identifica la fecha de las profecías durante el reinado de Josías, el decimosexto rey de Judá (640– 609 a. de J.C.), el cual era descendiente de Ezequías. (Ver la gráfica en la pág. 656.)
El período entre los piadosos reyes Ezequías y Josías fue marcado por el decaimiento religioso. La adoración verdadera fue pervertida por el malvado Manasés (2 Rey. 21:1– 18) y por su hijo Amón (2 Rey. 21:19– 26), abuelo y padre de Josías, respectivamente. Tal vez la preservación de una familia recta y de su hijo durante este período turbulento llevó a sus padres a darle a Sofonías su nombre.
Es asunto de debate cuándo, durante el reinado de Josías, fueron pronunciadas las profecías de Sofonías. Algunos sugieren una fecha antes de que Josías restaurara el culto a Jehovah, la respuesta co rrecta de Israel a Yahweh, el Dios al que él había jurado lealtad en el monte Sinaí (Exo. 19– 24). Toda la vida del pueblo, política, social y religiosa, debía ser dirigida por la voluntad de Dios como había sido revelada en Sinaí en la ley, como fue registrada en el Pentateuco, pero ellos reiteradamente decidieron ignorarla, viviendo según sus propios deseos. Fue solamente bajo Josías que volvieron a captar la visión del culto a Jehovah (2 Rey. 22:1– 23:30; 2 Crón. 34:1– 35:27). Se sugiere una fecha anterior a Josías, puesto que todavía existían prácticas paganas (1:4– 9). Esto fecha al libro antes de 621 a. de J.C., el principio de sus reformas. El ar gumento no es convincente, sin embargo, puesto que la reforma nacional religiosa instituida por un rey no fue seguida universalmente por el pueblo, y ni siquiera por futuros gobernantes.
Aunque prohibidas oficialmente por Josías, las prácticas paganas continuaron indudablemente entre el pueblo, lo que no excluye alguna fecha durante su reinado. Jeremías, contemporáneo de Sofonías, condenó algunas de las mismas prácticas (1:4, 5; cf. Jer. 2:8; 8:2; 19:5, 13: 32:35), y la necesidad que surgió alrededor del mismo período por otros profetas, Nahúm y Habacuc, también sugiere que las reformas de Josías no fueron completas ni permanentes.
Los extraordinarios paralelos entre Sofonías y Deuteronomio (ver. 1:5, 13, 18; 3:5) apoyan una fecha posterior al principio de las reformas de Josías, que fue iniciada por el descubrimiento de "El libro de la Ley" en el templo (2 Rey. 22:8). Se acepta generalmente que el documento que fue descubierto era una forma de Deuteronomio, que sirvió como base para restablecer el culto a Yahweh. Las referencias aparentes de Sofonías a Deuteronomio lo llevan a uno a sugerir que él profetizó después del redescubrimiento del libro.
En los caps. 2 y 3 se mencionan varias naciones, y la referencia a Asiria (2:13– 15) en particular ayuda a determinar la fecha del libro. Sofonías predijo la destrucción de Nínive, la capital de Asiria (2:13). Asiria, desde la derrota y deportación de Israel en 722 a. de J.C. (2 Rey. 17:4– 41; 18:9– 12), era la amenaza más importante que se cernía sobre Judá. Aunque aparentemente invencible para Judá, bajo la mano de Dios usando el poder de los vecinos babilonios, los días de Asiria estaban contados. Para el fin del siglo sexto se desvanecía rápidamente. En 612 a. de J.C. Nínive cayó ante Babi lonia y todo el imperio fue tomado en 605, de modo que la profecía de Sofonías debe ser anterior a 612 a. de J.C.
Otras naciones mencionadas incluyen a los filisteos (2:4– 7), a Moab y a Amón (2:8– 11) y a Cus (Etiopía) (2:12). Los filisteos habían sido antagonistas de Israel desde su regreso de Egipto después del éxodo, y finalmente fueron sometidos, aunque no erradicados, por David. La liga de sus cinco ciudades estados, Asdod, Ascalón, Gaza, Ecrón y Gat, estaba en la orilla del Mediterráneo, al occidente del mar Muerto. Gat aparentemente había declinado para el tiempo de la profecía de Sofonías, puesto que no se incluye en su oráculo de juicio, que no era único en sus advertencias respecto a estos pueblos (cf. Isa. 14:28– 32; Jer. 47; Amós 1:6– 8; Zac. 9:5– 7).
Las dos naciones de Transjordania, Amón y Moab, estaban relacionadas por sus antepasados, los hijos que Lot tuvo con sus hijas (Gén. 19:36– 38), y de esta manera (por medio del parentesco de Lot con Abraham; Gén. 12:5) también estaban em parentadas con Israel. Esta relación, sin embargo, no era cercana, puesto que había frecuente oposición entre Israel y sus "primos" del otro lado del Jordán (cf. Jue. 3:12– 30; 1 Sam. 11:1– 11; 2 Rey. 3:4– 27).
Cus, o Etiopía, había sido derrotada por los babilonios en 663 a. de J.C. cuando éstos invadieron Egipto, al cual controlaba Etiopía desde el tiempo de la dinastía veinticinco (c. 716– 663 a. de J.C.). En 2:12 tenemos lo que podría ser una memoria de esta destrucción, o, más probablemente, Cus se usa como una designación alternativa para todo Egipto (véase Isa. 20:4 y Eze. 30:4– 9). El juicio de Dios entonces no caería solamente sobre el vecino más pequeño de Judá, sino también sobre los poderes más importantes del mundo, Egipto y Asiria, que estaban más lejanos.
El Libro y Su Mensaje
Algunos han cuestionado si partes del libro son originales, especialmente 3:14– 20; sobre la base cuestionable de que la nación descarriada, que enfrentaba el juicio y que se le había advertido que se arrepintiera, no habría recibido un mensaje de esperanza, como se encuentra en estos versículos. Se alega que el juicio era la regla antes del exilio, y que la esperanza entró en los mensajes del profeta sólo después del evento. Esta reconstrucción aparentemente lógica choca con el AT como un todo, que vez tras vez coloca juntos dos aspectos del carácter de Dios: la justicia santa y el amor compasivo, que no se excluyen mutuamente (véase la mezcla en Isa. 1– 2; Ose. 2; Amós 9). Esta mezcla de esperanza y juicio no debe ser una sorpresa si uno considera la naturaleza del pacto entre Dios y su pueblo. Parte integral de él eran tanto las bendi ciones por la obediencia (p. ej. Deut. 28:1– 14) como las maldiciones por la desobediencia (Deut. 28:15– 68). Hasta el suceso del éxodo, tan central para la fe del pueblo de Dios, es una combinación de ambos: esperanza para los que obedecían a Dios (Exo. 12:21– 28) y castigo para sus oponentes (12:29, 30; 14:26– 28).
Un tema teológico que une el libro es el juicio. La predicación sobre este tema (1:2– 6) lleva al profeta al juicio final, el día de Jehovah (1:7– 3:20), que se precipitará en los "últimos días" por acciones humanas. Aunque Sofonías no es el único que discute el día (cf. Isa. 2; Jer. 46– 51; Eze. 7; Joel 2), en ninguna otra parte sirve como tema unificador teológico de un libro como lo hace aquí.
Sofonías muestra la naturaleza doble de este día como un tiempo de juicio punitivo y también de bendita esperanza. El castigo caerá sobre Judá por su fracaso de seguir el pacto. Las prácticas paganas específicas están inscritas para condenación (1:4– 6), como lo son las de los líderes de Judá (3:3, 4). Su apatía (1:12, 13) y su orgullo (2:3) son condenadas particularmente.
Las naciones tampoco están exentas de juicio (cap. 2); su corrupción es como la citada en Gén. 6:5– 7. El orgullo precipita su caída (2:10, 15).
A Israel se le ofrece esperanza si se humilla, revirtiendo su necio orgullo (3:12). Hay esperanza inmediata para Israel (2:3), como también promesas de bendiciones futuras para él (3:13– 17) y para las naciones (3:9). La esperanza nacional, social e individual solamente puede florecer en el contexto de la humildad. El orgullo y la esperanza no pueden existir juntos.
Bosquejo del Contenido
1:1Encabezamiento
1:2-6Juicio
1:73:8El día como juicio
1:7-13Judá
1:142:3El día del Señor
2:43:8Naciones individuales
3:9-20El día como esperanza