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Malaquías.
Introducción.

Nombre y personalidad del profeta.
Malaquías (en hebreo Mal'aki: Mi mensajero, o transcribiendo con los LXX: Malaquías: Mal'akiyyah: Ángel de Yahvé) l es el nombre que la tradición da al último profeta escritor del A.T. Sin embargo, son muchos los autores que creen que Malaquías es un seudónimo (mi enviado) adoptado por un escritor anónimo en relación con el mi enviado o mi ángel de 3:1. San Jerónimo adopta la opinión de los judíos de su tiempo de que el autor de estos vaticinios fue el propio Esdras 2. De hecho, en la paráfrasis aramea del Pseudo-Jonatán aparece el nombre de Esdras intercalado en el v.1; y los LXX, en vez de transcribir el nombre propio de Malaquias, traducen de su mensajero. En el Talmud babilónico, el libro es atribuido a Mardoqueo 3.

Contenido y estructura del libro.
El tema general es el amor de Yahvé hacia Israel, que no es correspondido por los judíos. El profeta les presenta la gran protección de Yahvé para con su pueblo en la historia y la ingratitud de los israelitas para con El. En concreto, los sacerdotes son los que menos corresponden a esta calidad de elegidos de Dios, y procuran ofrecer en el templo lo peor de sus bienes y ganados. Por ello, Yahvé sustituirá estos actos de culto impuros por una oblación inmaculada en todo el orbe. Por otra parte, Yahvé enviará un juicio purificador para consumir a los pecadores. Podemos dividir el libro en dos partes:

1. Castigo de los pecados: 1:1-2:16.
Amor de Yahvé para con Israel: 1:2-5.
Recriminación a los sacerdotes por sus sacrificios mezquinos:
1:6-14.
Pena de los sacerdotes: 2:1-9. Recriminación al pueblo por sus pecados: 2:10-16.
2. Juicio divino: 2:17-3:24(4:6).
Anuncio del juicio: 2:17-3:5. Exhortación a la conversión: 3:6-12. y Venganza de Dios dando a cada uno según sus méritos: 3:13-21(4.3)·
Elias, precursor del juicio: 3:22-24(4:4-6).

La sección 3:22-24 del TM, correspondiente al 4:4-6 de los LXX y Vg 4, es considerada como un apéndice que no encaja en el esquema general del libro. El desarrollo del tema está en forma de diálogo, distribuido en seis discursos. El esquema es el siguiente: Dios o su profeta lanza una afirmación, a la que corresponden objeciones de parte del auditorio (sacerdotes o pueblo); después viene la defensa de la misma, hecha por Dios con reproches y amenazas.

Fecha de composición.
Podemos situar con bastante aproximación la composición del libro dentro del siglo v, porque aquí encontramos una serie de indicaciones sobre el estado de la vida social de la época que coinciden con la situación reflejada en los libros de Esdras y Nehemías. Así, se supone que el templo ya está edificado (fue inaugurado en 515 a.C.) 5; que Judá está sometida a un sátrapa o pejah 6; que los matrimonios mixtos están a la orden del día7, y que existen muchos abusos sociales de toda índole. Por todas estas indicaciones podemos colegir que el libro de Malaquías ha sido redactado a mediados del siglo V, cuando el primitivo fervor religioso de los repatriados se había entibiado y el culto era atendido sin graneles ilusiones religiosas, pues se ofrecían los dones más mezquinos 8.

Autenticidad.
No hay grandes dificultades sobre la unidad literaria del libro. Como antes hemos indicado, algunos autores creen que 3:22-24, por su carácter de apéndice, es una adición del compilador posterior. También ha suscitado dudas la autenticidad de 1:11-14 y 2:2; pero las razones para considerar estas secciones como glosas son muy subjetivas. Algunos autores han rebajado la época de composición del libro hasta los tiempos de los Macabeos 9; pero, en general, los comentaristas ponderados suponen que el libro es sustancialmente de un autor del siglo V a.C.

Texto y estilo.
El texto del libro de Malaquías está, en general, bastante bien conservado, lo que no quiere decir que no existan algunas lecciones oscuras e ininteligibles, y aun divergencias entre el TM y los LXX. El estilo es, como antes hemos indicado, en diálogo y en prosa, aunque ésta incluye secciones con manifiestos paralelismos de miembros y metro poético.

Mensaje doctrinal.
El profeta tiene que enfrentarse con una sociedad desilusionada que en gran parte ha perdido la fe en su Dios. Las condiciones de vida son tan miserables y en tan poca consonancia con las brillantes descripciones de los profetas preexílicos, que el desánimo y la indiferencia religiosa cundía por doquier. Yahvé parecía injusto con su pueblo elegido, ya que seguía sometido al extranjero; por otra parte, la sequía aumentaba la miseria general. El profeta sale al paso de estas cavilaciones, y proclama muy alto que premia la virtud 10 y castiga el pecado n; Yahvé ha tenido una particular providencia de Israel, pues en vez de castigarle por sus pecados hasta el exterminio, como hizo con Hedor 12, le ha perdonado. En realidad, Dios es como un padre 13, y es grande aun más allá de su territorio.14
Una característica de Malaquías es su interés por la vida del culto. Los profetas anteriores al destierro habían urgido sólo el cumplimiento de los deberes ético-sociales y la entrega del corazón a Dios, pero se desentendían, en general, de los problemas del culto, que concernían a los sacerdotes. Malaquías, en cambio, es celosísimo del esplendor del culto, como homenaje a Yahvé. Por eso recalca la obligación que todos tienen de contribuir con sus ofrendas y diezmos al sostenimiento del culto 15.
En tiempo de Darío I (521-486), el Estado persa proveía a las necesidades de culto; pero esta situación parece ya ha cambiado en tiempos de Malaquías, y el culto debe ser sostenido por los contribuyentes judíos. Naturalmente, el profeta no sólo urge la necesidad del cumplimiento del ritual externo del templo, sino que reclama también, como condición para agradar a Dios, la religión pura, basada en evitar toda clase de pecados, particularmente el adulterio, la magia y la opresión de los débiles 16. En esto empalma el profeta con los grandes profetas preexílicos. Como Esdras y Nehemías, se opone a los matrimonios con mujeres paganas 17.
Los sacerdotes deben dar ejemplo de vida pura e incontaminada y mostrar celo por los actos de culto 18. Precisamente porque no cumplen sus obligaciones sacrificiales, Yahvé va a inaugurar un nuevo culto que no va a estar vinculado al templo de Jerusalén, y se le ofrecerá una ofrenda pura desde el orto del sol al ocaso. Puesto que las ofrendas de los sacerdotes de Jerusalén eran tan mezquinas que no serían aceptadas por el gobernador persa 19, Dios se va a procurar otras más puras en toda la redondez de la tierra; Yahvé rechaza los sacrificios judíos: No tengo en vosotros complacencia alguna, dice Yahvé de los ejércitos; no recibiré ninguno de vuestras manos. 20
En su sustitución, Dios acepta las ofrendas puras hechas por el mundo gentil. La tradición cristiana ha visto en este anuncio el sacrificio de la Eucaristía, ofrecido por sacerdotes que no pertenecen al linaje levítico de Aarón, sino que en toda la redondez de la tierra levantan la Hostia pura e inmaculada, de la que los sacrificios del templo de Jerusalén eran su figura, y, por tanto, éstos habrían de perder su razón de ser al aparecer la Víctima por excelencia, Cristo en la cruz 21.

Canonicidad.
El libro de Malaquías ha sido admitido en el canon judaico y cristiano desde el principio y es reconocido como libro inspirado en los autores del Í. Ô. Jesucristo cita a Mal 3:1 (Mt 11:10). San Pablo cita en Rom 9:13 a Mal 1:2s. Como último de los profetas, selló toda la serie de los vaticinios, anunciando un nuevo orden de cosas cultual, y anunció el juicio que ha de preceder al advenimiento del Mesías, anunciado por el nuevo Elias, el Precursor, el Bautista 22: Haced penitencia, porque se acerca el reino de los cielos. 23

1 En 2 Sam 25:44 aparece un tal Paití, que es abreviación de Paltiel (2 Sam 3:15). - 2 San Jerónimo, Comm. in Mal. pról.: PL 25:15415.1569 (1617); Targum de Jonatán in Mal. 1:1. - 3 Cf. Talmud babilónico, Megillah 153. - 4 Los LXX y la Vulgata dividen el 0.3 del TM en dos partes; la última de las dos comenzaría en 3:19. - 5 Mal 1:10; 3:1.10. - 6 Mal 1:8. - 7 Mal 2:10-16; cf. Neh 5:1-3; 6:17-19; 13:7s. - 8 Mal 1:6-8.12-13; 2:17; 3:7-10.14- - 9 Es la opinión de Winckler, Spoer, Holtzmann. - 10 Mal 2:5; 3:10-1 2; 4:2. - 11 Mal 2:3; 4:1. - 12 Mal 1:3. - 13 Mal 3:17. - 14 Mal 1:5.11.14. - 15 Mal 1:6; 3:8.10. - 16 Mal 3:5 - 17 Mal 2:11 - 18 Mal 2:7; 11:7 - 19 Mal 1:8 - 20 Mal 1.10 - 21 Cf. Didaché 14:3; San Justino, Dial, cum Triph. 41: PG 6:564; San Ireneo, Adv. haer. 4:17:5: PG 7:10235; San Cipriano, Test. adv. lud. 1:16: PL 4:687 (715); San Agustín, De civ. Dei 18:35:3: PL 41:594. - 22 Cf. Mal 3:1-4-19-21 (4:1-3). - 23 Mt 3:2.