Primera carta de Pedro

William J. Dalton, S.J.
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INTRODUCCION
2 (I) Autoría. La declaración que la epís(-)tola hace de haber sido escrita por Pedro (1,1) fue aceptada desde Eusebio (HE 4.14.9) hasta el s. XIX. Muchos investigadores modernos, sin embargo, no aceptan la autoría petrina. Ex(-)plican la epístola como la obra tardía de una «escuela» petrina (p.ej., Best, Goppelt, Elliott), o bien la consideran como una obra puramen(-)te seudónima (p.ej., Brox). Los argumentos contra la autenticidad son los siguientes: (1) El estilo gr. de 1 Pe y las citas de los LXX no po(-)dían proceder de Pedro. (2) Se da una fuerte dependencia respecto a los escritos paulinos. (3) Es poco probable que Pedro conociera a las personas de Asia Menor a las que se dirige la epístola. (4) En tiempos de Pedro, la Iglesia no estaba sometida a una persecución estatal de ámbito universal (véase 5,9). (5) Las Iglesias a las que fue enviada 1 Pe no existían, se dice, en tiempos de Pedro. En cuanto a (1), era prácti(-)ca común en tiempos del NT que en la compo(-)sición de cartas se diera considerable libertad a un secretario (p.ej., 5,12; -«Cartas del NT, 45:19; cf. W. G. Doty, Letters in Primitive Christianity [Filadelfia 1973] 41). En cuanto a (2), se ha exagerado la influencia de Pablo en la Igle(-)sia primitiva (véase R. E. Brown y J. P. Meier, Antioch and Rome [Nueva York 1983] viii). En cuanto a (3), Pedro ciertamente estuvo en Ro(-)ma y murió allí. Como en el caso de 1 Clem, no era necesario un conocimiento personal de los destinatarios. Con los comienzos de la rebelión judía, bien pudo ser que la Iglesia romana em(-)pezara a ejercer el liderazgo anteriormente pro(-)cedente de Jerusalén. En cuanto a (4), la perse(-)cución era un ejemplo del acoso a los cristianos por parte de la población local, experimentado de manera generalizada en toda la Iglesia. En cuanto a (5), existen indicios de una temprana expansión cristiana en Bitinia (véase Plinio, Ep. 10.96). Simplemente, no sabemos en qué mo(-)mento surgió la Iglesia en otros lugares de Asia Menor. A favor de la autenticidad está el carác(-)ter primitivo de la teología de 1 Pedro (escatología, cristología del siervo) y de su orden eclesial. Además, si 1 Pe hubiera sido escrita poco des(-)pués de la muerte de Pedro, resultaría difícil de explicar por qué no hay en ella indicio alguno de la horrenda persecución a la que Nerón so(-)metió a la Iglesia romana en el 64 d.C., ni del martirio de Pedro (cf. 4,I2;2Pel,14-15; 1 Clem 5,4) . Quienes prefieren ver en 1 Pe una obra seudónima posterior han de establecer las cir(-)cunstancias que la hicieron posible (véanse N. Brox, Der erste Petrusbrief 43-47; «Tendenz und Pseudepigraphie im ersten Petrusbrief», Kairos 20 [1978] 110-20; Falsche Verfasserangaben: Zur Erklarung der frühchristlichen Pseudepigraphie [Stuttgart 1975]).

3 (II) Fecha, ocasión, finalidad. Hemos visto que existen buenas razones para datar 1 Pe justo antes de la muerte de Pedro, que pro(-)bablemente tuvo lugar en el 65 d.C., durante la persecución de Nerón (Eusebio, HE 2.25.5). La carta va dirigida a los «extranjeros» (1,1), «forasteros y extranjeros» (2,11), términos que indican la precaria situación de los cris(-)tianos en el mundo pagano. Eran en su mayo(-)ría de origen pagano (véanse 1,14.18; 2,9.10; 4,3-4), probablemente recién convertidos (véan(-)se 1,14; 2,2; 4,12), y estaban en peligro de aban(-)donar la fe cristiana en medio de la hostilidad pagana. No existe indicio alguno de una persecución oficial de ámbito estatal: la carta aconseja respeto a las autoridades y al empe(-)rador (2,13-17). Al recordar la grandeza de su vocación y poner de manifiesto que la perse(-)cución es un signo de su llamamiento, el autor anima y exhorta a sus lectores a mantenerse firmes (5,12). Aquellos a los que el mundo considera forasteros y extranjeros han encon(-)trado un hogar en la comunidad cristiana.

4 (III) Género literario. Mucho se ha discutido desde tiempos de A. von Hamack acerca del género literario de 1 Pe. Algunos es(-)pecialistas han visto en 1,3-4,11 una homilía o liturgia bautismal a la que posteriormente se añadieron 1,1-2 y 4,12-5,14. R. Bultmann afir(-)maba haber descubierto en el texto un himno (2,21-24) y una confesión de fe (3,18-19.22)
(«Bekenntnisund Liedfragmente im ersten Petrusbrief», ConNT 11 [Fest. A. Fridrichsen, 1947] 1-14) y M.-É. Boismard desarrolló esta línea de investigación, llegando a descubrir cuatro himnos (1,3-5; 2,22-25; 3,18-22; 5,5-9); véase su Quatre hymnes baptismales dans la premiére épitre de Pierre (París 1965).
Los especialistas modernos admiten que en 1 Pedro han incorporado mucho material con(-)fesional e hímnico, pero ven en ella una au(-)téntica carta con su propia finalidad y unidad literaria (véase Dalton, Christs Proclamation 76-77; Kelly, A Commentary 21).

5 (IV) Doctrina. 1 Pe es un documento pastoral. AI hacer hincapié en la dignidad de la vocación cristiana, que proporciona una «casa» (ioikos, 2,5; 4,17) de origen divino a los «sin ca(-)sa» (paroikoi, 2,11; cf. 1,17), y en el valor positi(-)vo de compartir la pasión de Cristo mediante la persecución, el autor anima a sus lectores a per(-)manecer fieles. Estos dos temas están presentes a lo largo de la carta entera, pero alcanzan pun(-)tos culminantes en textos tales como 2,4-10 (la «casa espiritual») y 2,18-25 (que trata directa(-)mente de los esclavos, pero es válido para todos los cristianos). El clímax de la carta parece llegar en 3,18-4,6, donde la confianza de los cristianos en medio de la persecución se considera basada en el relato de los actos salvíficos de Cristo.
(Para una visión general de la teología de 1 Pedro, véase A. Vanhoye, «1 Pierre au carrefour des théologies du Nouveau Testament», Études [ed. C. Perrot] 97-128.)
6 (V) Esquema. 1 Pedro se puede esquema(-)tizar de la manera siguiente:
(I) Introducción: dirección y saludos (1,1-2)
(II) Primera parte: la dignidad de la vocación cristiana y sus responsabilidades (1,3-2,10)
(A) La vocación cristiana (1,3-25)
(a) La salvación realizada por el Padre, mediante el Hijo, revelada por el Espíritu (1,3-12)
(b) Exhortación a la santidad (1,13-25)
(B) Responsabilidades de la vocación cris(-)tiana (2,1-10)
(a) Exhortación: vivid como hijos de Dios (2,1-3)
(b) La nueva casa de Dios (2,4-10)
(III) Segunda parte: el testimonio de la vida cris(-)tiana (2,11-3,12)
(A) La conducta en un mundo pagano (2,11- 12)
(B) Catequesis tradicional (2,13-3,7)
(a) Respecto a la autoridad civil (2,13-17)
(b) Código doméstico (2,18-3,7)
(C) Sobre todo, amor y humildad (3,8-12)
(IV) Tercera parte: el cristiano y la persecución (3,13-5,11)
(A) El enfoque cristiano de la persecución (3,13-4,11)
(a) Confianza en medio de la persecu(-)ción (3,13-17)
(b) Cristo es la base de la confianza (3,18-4,6)
(i) La victoria de Cristo sobre el pecado, aplicada a los cristia(-)nos por el bautismo (3,18-22)
(ii) El cristiano renuncia al pecado mediante el sufrimiento (4,1-6)
(c) Vida cristiana y parusía (4,7-11)
(B) La persecución afrontada de manera realista (4,12-5,11)
(a) Gozo en medio de la persecución misma (4,12-19)
(b) Exhortación a los ancianos y los fieles (5,1-5)
(c) Exhortación final: confiad en Dios, que a través del sufrimiento os lle(-)va a la gloria (5,6-11)
(V) Conclusión: ésta es la verdadera gracia de Dios: perseverad en ella; despedida (5,12-14)
(Para un análisis del esquema de 1 Pe, véase Dal(-)ton, Christs Proclamation 72-83.)