Evangelio según Marcos
Daniel J. Harrington, S.J.

BIBLIOGRAFIA

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INTRODUCCIÓN

2 (I) Autor, fecha y lugar de composi(-)ción. No hay ninguna referencia en el evange(-)lio que nos indique quién fue su autor. El títu(-)lo «según Marcos» se añadió posteriormente. Probablemente, esta atribución es obra de la identificación que se realizó en tiempos patrísticos entre el autor del evangelio y Juan Marcos (cf. Hch 12,12.25; 13,5-13; 15,37-39; Col 4,10; Flm 24; 2 Tim 4,11). Aunque Marcos es presentado como compañero de Pablo, 1 Pe 5,13 nos dice que era colaborador de Pedro («mi hijo Marcos»). La afirmación explícita más antigua que hallamos sobre Marcos como autor de un evangelio procede de Papías de Hierápolis (principios del s. II d.C., citado en Eusebio, HE 3.39.15). Papías afirma: «Marcos, habiéndose convertido en intérprete de Pedro, puso por escrito rigurosamente todo lo que és(-)te recordaba de lo que Señor había dicho o he(-)cho, pero sin darle un orden». Fundamentán(-)dose en la declaración de Papías y en la afirmación de otros escritores cristianos anti(-)guos, el evangelio se atribuyó tradicionalmen(-)te a Marcos, «el intérprete de Pedro», que lo escribiría en Roma tras la muerte del apóstol (ca. 64-67 d.C.).
Aunque la tradición patrística es unánime en atribuir el evangelio a Marcos, hay algunos problemas con el testimonio de Papías que nos exigen ser cautos a la hora de considerarlo co(-)mo el «Evangelio de Pedro». ¿Qué significa que Marcos fue el «intérprete» (hermeneutés) de Pedro? El comentario que hace sobre la or(-)denación del material ¿es una apología con la que intentaba justificar las diferencias que había entre los evangelios? ¿Por qué insiste Papías en el rigor y veracidad del evangelio? Aunque estas cuestiones no justifican que re(-)chacemos desdeñosamente la tradición que Papías nos refiere sobre Marcos, sí nos ponen en guardia contra una ingenua confianza. Pe(-)dro aparece en muchos acontecimientos del evangelio, por lo que podría haber sido una fuente de información sobre los dichos y he(-)chos de Jesús. Sin embargo, como principio hermenéutico, es mucho mejor que no nos apoyemos excesivamente en el supuesto de que Pedro hubiera sido el único o, incluso, el principal medio de acceso al ministerio públi(-)co de Jesús.
El hecho de que fuera Roma el lugar en el que Marcos escribió su evangelio no sólo nos lo sugiere el testimonio de Papías, sino tam(-)bién los préstamos latinos que aparecen en el texto griego y la atmósfera de la inminente persecución que impregna el evangelio. Pues(-)to que Mc 13 no presupone que se hubiera destruido el templo de Jerusalén, es probable que el evangelio se escribiera antes del año 70 d.C. La década de los años 60 y la localización romana parecen ser los mejores candidatos, puesto que, por entonces, la comunidad cris(-)tiana vivía bajo la amenaza (o la realidad) de la persecución y contemplaba los comienzos de las revueltas en Palestina como una fuente de conflicto potencial para los judeocristianos (e incluso para los cristianos procedentes del mundo gentil) que vivían en Roma.

3 (II) Estructura literaria y contenido.
Como muestra la tabla de contenidos que pro(-)ponemos más abajo, el evangelio tiene una fuerte estructuración geográfico-teológica. La dimensión geográfica caracteriza el movimien(-)to que va desde Galilea hasta Jerusalén. Tras el prólogo (1,1-15), la primera parte del evangelio describe la actividad de Jesús en Galilea y su entorno (1,16-8,21). La segunda parte se centra en Jerusalén; incluye el viaje desde Galilea a Je(-)rusalén (8,22-10,52), las acciones simbólicas y las enseñanzas durante la primera parte de la semana de pasión en Jerusalén (11,1-13,37), y, finalmente, el relato de la pasión y muerte (14,1-16,8). A lo largo del relato encontramos ciertas oposiciones entre Galilea y Jerusalén (aceptación versus rechazo, orden versus caos), aunque no debería aplicarse este contraste de forma excesivamente mecánica.
La dimensión teológica del contenido su(-)braya la autoridad (exousia) de Jesús. Una vez que sabemos quién es Jesús (1,1-15), vemos cómo su autoridad se revela en obras y pala(-)bras (1,16-3,6), es rechazado por su propio pueblo (3,7-6,6a), e incluso sus discípulos no lo entienden (6,6b-8,21). En el camino hacia Jerusalén (8,22-10,52), Jesús clarifica la natu(-)raleza de su autoridad y explica detalladamen(-)te a sus seguidores las consecuencias que se derivan de aquella. En Jerusalén tropieza con la resistencia a su enseñanza (11,1-13,37) y en(-)cuentra una muerte trágica y cruel a manos de quienes rechazan su autoridad (14,1-16,8).
Con la imposición de este perfil geográficoteológico sobre sus fuentes, Marcos creó el gé(-)nero literario del evangelio. Pablo y otros cris(-)tianos de la comunidad primitiva utilizaban el término euangeíion, «evangelio», en el sentido de la «buena noticia» de la acción de Dios en Je(-)sucristo. Ahora bien, parece que Marcos fue el primero que escribió un relato ordenado del mi(-)nisterio de Jesús, creando así un modelo que fue seguido y desarrollado por los otros evangelistas.
Marcos tenía a su disposición varios tipos de tradiciones: dichos, parábolas, controver(-)sias, relatos de curación y otros milagros, y, probablemente, un relato de la pasión. Algu(-)nas de estas tradiciones podrían encontrarse ya agrupadas: las controversias (2,1-3,6), las parábolas de la semilla (4,1-34), los milagros (4,35-5,43), etc. Marcos ordenó y relacionó mediante una trama estos dichos y aconteci(-)mientos, conectándolos con pasajes puente y añadiendo comentarios parenéticos destina(-)dos a sus lectores.
Marcos escribió su evangelio para que los miembros de su comunidad profundizasen en la fe. Al mostrarles cómo las tradiciones sobre Jesús se relacionaban con su fe en el significa(-)do salvífico de la cruz y la resurrección, el evangelista los equipó para que afrontasen la persecución y resistieran la tentación del mundo en el que vivían. Hay otras teorías so(-)bre el objetivo que Marcos pretendía que son más especulativas. Según estas teorías, Mar(-)cos quería preservar los recuerdos de Pedro y otros testigos oculares, combatir una falsa cristología u otra forma de herejía, elaborar un leccionario para las celebraciones, o crear un material para el bautismo o las liturgias de la pascua.
(Aguirre Monasterio, R. y A. Rodríguez Carmona, ESHA [II/III, 103-28]. Kuhn, H.-W., Altere Sammlungen in Markusevangelium [SUNT 8, Gotinga 1971]. Maloney, E. C., Semitic Interference in Marcan Syntax [SBLDS 51, Chico 1981]. Neirynck, F., Duality in Mark: Contríbutions to the Study of Markan Redaction [BETL 31, Lovaina 1972]. Pryke, E. J., Redactional Style in the Markan Gospel [SNTSMS 33, Cambridge 1978]. Reiser, M., Syntax und Stil des Markusevangeliums im Licht der hellenistichen Volksliteratur [WUNT 2/11, Tubinga 1984]. Robbins, Jesús the Teacher. Standaert, B., LEvangile selon Marc [Brujas 1978]. Stock, A., Cali to Discipleship: A Literary Study of Mark's Gospel [GNS 1, Wilmington 1982] . Weeden, T. J., Mark-Traditions in Conflict [Fi(-)ladelfia 1971].)

4 (III) Teología marcana. El núcleo de la teología de Marcos es el mismo que el de Je(-)sús, es decir, el reino de Dios. Lo que se nos enseña sobre cristología (la identidad de Je(-)sús) y el discipulado (la respuesta a Jesús) ad(-)quiere su configuración a partir del tema del reino de Dios. El prólogo del evangelio (1,1-15) llega a su clímax en una muestra de la pre(-)dicación de Jesús: «El plazo se ha cumplido y el reino de Dios está llegando. Convertios y creed en el evangelio». El judaismo de la épo(-)ca de Jesús entendía por «reino de Dios» la de(-)mostración de su señorío al final de la historia y su reconocimiento por toda la creación. Con la mayor parte de su enseñanza, especialmen(-)te mediante las parábolas, Jesús pretendía que el pueblo profundizase en su comprensión y se preparara adecuadamente para acoger el rei(-)no que ya estaba llegando. Incluso sus cura(-)ciones aparecen como anticipaciones de lo que sería la vida en el reino de Dios. Este rei(-)no está ahora oculto, aunque se inaugura y se anticipa en Jesús.
Jesús enseñaba el reino de Dios mediante las parábolas, pero su vida era realmente la parábola del reino par excellence. El mensaje de Marcos consiste en proclamar que aquel que quiera comprender el reino debe mirar a Jesús, el sanador, el maestro, el crucificado y resucitado. La gran cantidad de espacio dedi(-)cado a las curaciones y exorcismos prueba que Marcos conocía y veneraba a Jesús como ha(-)cedor de milagros. Los milagros se equilibran con la enseñanza que realizaba mediante pa(-)labras y hechos. Pero el modo en que Marcos ha organizado el relato sobre Jesús sugiere que la pasión y la muerte constituyen su clí(-)max. Sin la cruz, la presentación que hace Marcos de Jesús como hacedor de milagros y como maestro se encuentra desequilibrada y carece de un criterio rector. Dentro de esta es(-)tructura, Marcos hizo un amplio uso del in(-)ventario común de los títulos cristológicos de que disponía: Mesías, Hijo de Dios, Hijo del hombre, Señor, Hijo de David, Siervo sufrien(-)te y Justo sufriente.
La cristología de Marcos se caracteriza por lo que, frecuentemente, se ha llamado el «se(-)creto mesiánico». Esta idea surge a partir de algunas afirmaciones en las que Jesús ordena a la gente que no diga nada sobre su acción o su identidad (cf. 1,34.44; 3,12; 5,43; 7,36; 8,26.30; 9,9). W. Wrede explicó este fenómeno como una consecuencia de la forma en que Marcos tuvo que justificar el hecho de que Je(-)sús, durante su ministerio público, nunca lle(-)gara a afirmar que él era el Mesías ni tampoco fuera reconocido como tal. De hecho, Jesús nunca se aplicó el título de Mesías sin hacer al mismo tiempo una importante matización (cf. 8,27-38). Además, todo el dinamismo que se despliega en el evangelio nos muestra que el significado real del mesianismo de Jesús sólo se aclaró con su muerte y resurrección. Tam(-)bién hay que notar que, puesto que en algunos círculos judíos (SalSl 17) se esperaba a un Me(-)sías que desempeñara funciones políticas y mi(-)litares, la ambivalencia marcana con respecto a este asunto puede reflejar su deseo de no querer provocar a las autoridades romanas. Sin embargo, la orden de guardar silencio y el desarrollo del mesianismo de Jesús en el evan(-)gelio de Marcos tiene un carácter más comple(-)jo de lo que la teoría de Wrede pudiera sugerir.
La respuesta a la persona de Jesús es el dis(-)cipulado. La presentación que hace Marcos de los primeros discípulos se apoya en el parale(-)lismo que estableció entre ellos y los miem(-)bros de su comunidad. Los pasajes relativos a la llamada de los primeros discípulos (1,16-20; 2,13-14; 3,13-19; 6,6b-13) se encuentran entre los relatos más positivos del evangelio. El ideal marcano de discipulado es «estar con Jesús», compartiendo su misión de predicación y cu(-)ración (3,14-15). Al avanzar el relato, los discí(-)pulos fallan reiteradamente en la comprensión de Jesús (6,52; 8,14-21). En el camino hacia Jerusalén, Jesús predice su pasión y resurrec(-)ción en tres ocasiones (8,31; 9,31; 10,33-34); a cada predicción le sigue la incomprensión de sus discípulos (8,32-33; 9,32-37; 10,35-45). El relato de la pasión gira en tomo a la traición de Jesús por Judas (14,17-21; 14,43-52) y su negación por Pedro (14,26-31; 14,54.66-72). En la primera mitad del evangelio, los discí(-)pulos son presentados como ejemplo de imita(-)ción; en la segunda mitad, constituyen el ejemplo que debe evitarse. El efecto de este cambio es realzar la persona de Jesús como el único que es digno de imitación. Parece poco probable la hipótesis que sostiene que el obje(-)tivo de Marcos era suscitar una polémica con(-)tra los discípulos.
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5 (IV) Contenido.
(I) Prólogo (1,1-15)
(II) Jesús revela su autoridad en Galilea (1,16-3,6)
(A) Llamada de los primeros discípulos (1,16-20)
(B) La memorable jornada de Cafarnaún (1,21-45)
(a) Enseñanza y curación en Cafarnaún (1,21-28)
(b) La curación de la suegra de Pedro (1,29-31)
(c) Curaciones al atardecer (1,32-34)
(d) Retiro temporal de Jesús (1,35-39)
(e) Curación del leproso (1,40-45)
(C) Cinco relatos de conflicto (2,1-3,6)
(a) Curación de paralítico y perdón del pecado (2,1-11)
(b) Llamada de Leví (2,13-17)
(c) La cuestión del ayuno (2,18-22)
(d) Trabajar en sábado (2,23-28)
(e) Curar en sábado (3,1-6)
(III) Jesús es rechazado en Galilea (3,7-6,6a)
(A) Respuestas positivas (3,7-19a)
(a) La gente se acerca a Jesús (3,7-12)
(b) Elección de los Doce (3,13-19a)
(B) Respuestas negativas (3,19b-35)
(C) Parábolas y explicaciones (4,1-34)
(a) Escenario (4,1-2)
(b) Parábola de la semilla (4,3-9)
(c) Finalidad de las parábolas (4,10-12)
(d) Explicación (4,13-20)
(e) Dichos en forma parabólica (4,21-25)
(0 Parábola de la semilla que crece por sí sola (4,26-29)
(g) Parábola del grano de mostaza (4,30-32)
(h) Sumario (4,33-34)
(D) Tres acciones milagrosas (4,35-5,43)
(a) Tempestad calmada (4,35-41)
(b) Exorcismo (5,1-20)
(c) Curación de enfermos (5,21-43)
(E) Rechazo de Jesús por su propio pueblo (6,l-6a)
(IV) Jesús incomprendido por sus discípulos en Galilea y su entorno (6,6b-8,21)
(A) La misión de los discípulos y muerte de Juan (6,6b-34)
(a) La misión de los discípulos (6,6b-13)
(b) La muerte de Juan (6,14-29)
(c) El regreso de los discípulos (6,30-34)
(B) Nuevos actos de poder y una contro(-)versia (6,35-7,23)
(a) Alimenta a cinco mil (6,35-44)
(b) Camina sobre las aguas (6,45-52)
(c) Curaciones (6,53-56)
(d) Controversia sobre la pureza ritual (7,1-23)
(C) Más actos de poder y una controversia (7,24-8,21)
(a) Curación de la hija de mujer gentil (7,24-30)
(b) Curación del hombre incapaz de oír y hablar con normalidad (7,31-37)
(c) Alimenta a cuatro mil (8,1-10)
(d) Controversia sobre los signos (8,11-21)
(V) Instrucciones de Jesús a sus discípulos en el camino hacia Jerusalén (8,22-10,52)
(A) Curación de un ciego (8,22-26)
(B) Jesús el Cristo (8,27-30)
(C) Primera instrucción sobre cristología y discipulado (8,31-9,29)
(a) Primera predicción de la pasión y consecuencias para el discipulado (8,31-38)
(b) La transfiguración de Jesús y la cuestión de Elías (9,1-13)
(c) Curación de un niño poseído (9,14-29)
(D) Segunda instrucción sobre cristología y discipulado (9,30-10,31)
(a) Segunda predicción de la pasión y consecuencias para el discipulado (9,30-50)
(b) Enseñanza de Jesús sobre el matri(-)monio y el divorcio (10,1-12)
(c) Jesús bendice a los niños (10,13-16)
(d) Enseñanza de Jesús sobre los ricos (10,17-31)
(E) Tercera instrucción sobre cristología y discipulado (10,32-45)
(a) Tercera predicción de la pasión (10,32-34)
(b) Consecuencias para el discipulado (10,35-45)
(F) Curación del ciego Bartimeo (10,46-52)
(VI) Primera parte de la semana de pasión en Jerusalén (11,1-13,37)
(A) Entrada en el primer día (11,1-11)
(B) Enseñanzas proféticas en el segundo día (11,12-19)
(C) Otras enseñanzas en el tercer día (11,20-13,37)
(a) Explicaciones (11,20-26)
(b) Controversias (11,27-12,37)
(i) Autoridad de Jesús (11,27-33)
(ii) Parábola de la viña (12,1-12)
(iii) Impuestos al césar (12,13-17)
(iv) Resurrección (12,18-27)
(v) El mandamiento principal (12,28-34)
(vi) El hijo de David (12,35-37)
(c) Escribas y una viuda (12,38-44)
(d) Discurso final de Jesús (13,1-37)
(i) Introducción (13,1-4)
(ii) Comienzo del sufrimiento (13,5-13)
(iii) La gran tribulación (13,14-23)
(iv) Triunfo del Hijo del hombre (13,24-27)
(v) Exhortación a la confianza y la vigilancia (13,28-37)
(VII) Muerte de Jesús en Jerusalén (14,1-16,20)
(A) Unción y última cena (14,1-31)
(a) Complot y unción (14,1-11)
(b) Preparativos para la cena pascual (14,12-16)
(c) La última cena (14,17-31)
(i) Predicción de la traición de Judas (14,17-31)
(ii) La cena (14,22-25)
(iii) Predicción de la negación de Pedro (14,26-31)
(B) Oración de Jesús y arresto (14,32-52)
(a) Getsemaní (14,32-42)
(b) Arresto (14,43-52)
(C) Los procesos (14,53-15,15)
(a) Proceso ante el sumo sacerdote; negación de Pedro (14,53-72)
(b) Proceso ante Pilato (15,1-15)
(D) Crucifixión y muerte (15,16-47)
(a) Burla (15,16-20)
(b) Crucifixión (15,21-32)
(c) Muerte de Jesús (15,33-39)
(d) Entierro (15,40-47)
(E) La tumba vacía (16,1 -8)
(F) Finales posteriores (16,9-20)