Juan  15, 5-7

Yo soy la vid;
vosotros los sarmientos.
El que permanece en mí y yo en él,
ése da mucho fruto;
porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí,
es arrojado fuera, como el sarmiento,
y se seca;
luego los recogen, los echan al fuego
y arden. Si permanecéis en mí,
y mis palabras permanecen en vosotros,
pedid lo que queráis
y lo conseguiréis.
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