I Samuel 14, 36-42

Después dijo: — Vamos a perseguir esta noche a los filisteos y a saquearlos hasta el amanecer sin dejar ni un superviviente. Le respondieron: — Haz como mejor te parezca. Pero el sacerdote dijo: — Vamos a consultar al Señor. Entonces Saúl consultó al Señor: — ¿Puedo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en poder de Israel? Pero aquel día no le respondió. º Saúl ordenó: — Que se acerquen todos los jefes del pueblo e investiguen quién ha pecado hoy. Porque les juro por el Señor, el Salvador de Israel, que, aunque se trate de mi hijo Jonatán, tendrá que morir. Pero ninguno de los presentes le respondió. Entonces Saúl dijo a todos los israelitas: — Pónganse todos ustedes a un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos al otro. La gente respondió: — Haz lo que te parezca mejor. Saúl invocó º al Señor, Dios de Israel: — Muéstranos la verdad. La suerte recayó en Saúl y Jonatán, y el pueblo quedó libre. Saúl dijo: — Echen la suerte entre mi hijo Jonatán y yo. Y la suerte recayó en Jonatán.
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