I Samuel 16, 1-23

III.— EL ASCENSO DE DAVID AL TRONO (1 Sm 16—2 Sm 1)

Unción de David (16:1-13)

El Señor dijo a Samuel: — ¿Hasta cuándo vas a seguir llorando por Saúl, si yo mismo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite y prepárate que voy a enviarte a Jesé *, el de Belén, pues me he elegido un rey entre sus hijos º. º Samuel replicó: — ¿Cómo me las arreglo para ir? Si Saúl se entera me matará. Y Dios le respondió: — Llévate contigo una novilla y dices que vas a ofrecer un sacrificio al Señor. Luego invitas a Jesé al sacrificio º y yo te indicaré lo que tienes que hacer; me ungirás a quien yo te indique. Samuel hizo tal y como le había dicho el Señor. Cuando llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron preocupados a recibirlo y le dijeron: — ¡Bienvenido º! Samuel respondió: — ¡Salud! Vengo a ofrecer un sacrificio al Señor. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio. Samuel purificó a Jesé y a sus hijos y los invitó al sacrificio. Cuando llegaron, vio a Eliab y pensó: — Aquí está el ungido del Señor. Pero el Señor le dijo: — No valores sólo su aspecto y su buena planta, porque yo lo he descartado. Aquí no valen miras humanas. Pues ustedes se fijan en las apariencias º, pero yo miro al corazón. º Jesé llamó a Abinadab y lo presentó a Samuel, que dijo: — A este tampoco lo ha elegido el Señor. Jesé le presentó a Samá, y Samuel volvió a decir: — Tampoco a este lo ha elegido el Señor. Jesé le presentó a sus siete hijos, pero Samuel le dijo: — El Señor no ha elegido a ninguno de estos. Luego preguntó a Jesé: — ¿No te quedan más hijos? Y Jesé le respondió: — Falta el más pequeño, que está guardando el rebaño. Y Samuel le dijo: — Manda a buscarlo, pues no comenzaremos hasta que venga. Jesé mandó traerlo. Era sonrosado º, de hermosos ojos y bien parecido. El Señor le dijo: — Prepárate a ungirlo porque es este. º Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió ante sus hermanos. Y a partir de aquel día el espíritu del Señor º acompañó a David. Luego Samuel emprendió el regreso a Ramá.

David en la corte de Saúl (16:14—20:42)

david introducido en la corte

El espíritu del Señor se había apartado de Saúl y lo atormentaba un mal espíritu, enviado por el Señor º. Sus servidores le dijeron: — Ya ves que te está atormentando un mal espíritu. Permite a tus siervos que busquemos a alguien que sepa tocar el arpa. Así, cuando te sobrevenga el mal espíritu, él tocará y te sentirás mejor º. Saúl les ordenó: — Búsquenme a alguien que toque bien y tráiganmelo. Entonces uno de los servidores le dijo: — Yo conozco a un hijo de Jesé, el de Belén, que sabe tocar y que además es valiente, buen guerrero *, elocuente, atractivo y el Señor está con él º. Saúl mandó emisarios a decir a Jesé: — Envíame a tu hijo David, el que está con el rebaño. Jesé preparó un asno, tomó pan, un pellejo de vino y un cabrito y se los envió a Saúl con su hijo David. David llegó y se presentó ante Saúl. Este le tomó mucho cariño y lo hizo su escudero. Luego mandó decir a Jesé: — Deja que David se quede a mi servicio, pues me ha caído bien. Y cuando el mal espíritu atacaba a Saúl, David tomaba el arpa y se ponía a tocar. Entonces Saúl se calmaba, se sentía mejor y se le pasaba el mal espíritu.
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