Genesis 1, 2-4

la tierra era una masa caótica * y las tinieblas cubrían el abismo, mientras un viento impetuoso º sacudía la superficie de las aguas. Entonces dijo Dios º: º — ¡Que exista la luz! Y la luz existió. Al ver Dios que la luz era buena º, la separó de las tinieblas,
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