Levítico 26, 14-33

Maldiciones

Pero si no me obedecen ni viven de acuerdo a mis mandamientos, si desprecian mis decretos y detestan mis estatutos, si quebrantan mi alianza y no ponen en práctica todos mis mandamientos, yo haré lo siguiente con ustedes: haré que los visite el terror, la tisis y la fiebre, que consumirán sus ojos y atormentarán su vida. Sembrarán en balde, porque sus enemigos comerán la cosecha. Me volveré contra ustedes, y sucumbirán delante de sus enemigos; los dominarán quienes los aborrecen y huirán sin que nadie los persiga. Y si ni siquiera con esto me obedecen, los castigaré todavía siete veces más por sus transgresiones. Quebrantaré su terca soberbia y haré que su cielo sea como el hierro y su tierra como el bronce. º Se agotará su fuerza en vano, pues la tierra no dará su cosecha ni los árboles del país darán su fruto. Y si siguen enfrentándose conmigo y no me quieren obedecer, yo los azotaré siete veces más por sus transgresiones. Mandaré contra ustedes animales salvajes que les arrebatarán sus hijos y devorarán su ganado; los diezmarán hasta dejar sus caminos desiertos. Y si tampoco estas cosas consiguen que se enmienden, sino que siguen enfrentados conmigo, yo también me enfrentaré con ustedes y los azotaré todavía siete veces por sus transgresiones. Traeré contra ustedes la espada vengadora; ella se encargará de vengar la alianza. Y si se refugian en sus ciudades, yo enviaré la peste contra ustedes y caerán en manos del enemigo. º Cuando yo les corte el sustento de pan, cocerán diez mujeres su pan en un solo horno y lo repartirán racionado; comerán, pero nunca se saciarán. Y si aun con todo esto no me obedecen, sino que siguen enfrentándose conmigo, yo me enfrentaré contra ustedes con ira y los castigaré también siete veces más por sus transgresiones: tendrán incluso que comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas. º Destruiré sus santuarios de los altos y demoleré sus altares de incienso; apilaré sus cadáveres sobre los cadáveres de sus ídolos y los detestaré. º Devastaré sus ciudades, asolaré sus santuarios º y no oleré la fragancia de su suave perfume. Arrasaré la tierra de suerte que sus enemigos residentes en ella se horrorizarán al verla; a ustedes los dispersaré entre las naciones, desenvainaré la espada detrás de ustedes, su tierra quedará arrasada y sus ciudades desiertas.
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