Mateo 16, 23-24

Pero Jesús, volviéndose a él, le dijo: — ¡Apártate de mí, Satanás *! Tú eres una piedra de tropiezo º para mí, porque no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente. Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió: — Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme. º
Ver contexto