Romanos  16, 1-22

Recomendaciones y saludos personales

Les recomiendo * a nuestra hermana Febe, que está al servicio º de la iglesia de Cencreas. Acójanla en el nombre del Señor, como debe hacerse entre creyentes º, y atiéndanla en todo cuanto necesite de ustedes, pues también ella se ha desvelado por ayudar a muchos, entre ellos, a mí mismo. Saludos para Prisca y Áquila º que han colaborado conmigo en Cristo Jesús y se jugaron la vida por salvar la mía. Y no sólo yo tengo que agradecérselo, sino todas las iglesias de origen pagano. Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia º. º Saluden a María que tanto se ha fatigado por ustedes. Saluden a Andrónico y a Junias, paisanos míos º y compañeros de prisión; su labor apostólica es bien conocida, e incluso creyeron en Cristo antes que yo. º Saluden a Ampliato, mi querido amigo en el Señor; a Urbano, que ha sido nuestro colaborador en Cristo; a mi buen amigo Estaquis. Saluden a Apeles que ha dado sobradas pruebas de fidelidad a Cristo, y también a los de la casa de Aristóbulo. Saludos para mi paisano Herodión y para los creyentes de la casa de Narciso; saludos para Trifena y Trifosa que trabajan con afán por el Señor; saludos para Pérsida, la hermana tan querida que tanto se ha fatigado por servir al Señor. Saludad a Rufo º, que es un creyente distinguido, y a su madre, que es como si fuera mía. Saluden a Asíncrito, a Flegón, a Hermes, a Patrobas, a Hermas y a los hermanos que están con ellos. Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpo y a los creyentes que están con ellos. Salúdense, en fin, unos a otros con un beso fraterno º. Los saludan, por su parte, todas las iglesias de Cristo. Les ruego, hermanos, que tengan cuidado con los que suscitan divisiones y ponen en peligro la enseñanza que ustedes han recibido; aléjense de ellos. Es gente que no está al servicio de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos, y con sus halagos y lisonjas embaucan a los incautos. La respuesta de ustedes a la fe º ha llegado a conocimiento de todos y eso me alegra; quiero, sin embargo, que sean sagaces para hacer el bien y limpios frente al mal. º El Dios de la paz pondrá muy pronto a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo los acompañe. º Los saludan Timoteo, mi colaborador, y también Lucio, Jasón y Sosípatro, que son paisanos míos. º Los saludo yo, Tercio, que he sido el amanuense º de esta carta como servicio al Señor.
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