Romanos  16, 2-7

Acójanla en el nombre del Señor, como debe hacerse entre creyentes º, y atiéndanla en todo cuanto necesite de ustedes, pues también ella se ha desvelado por ayudar a muchos, entre ellos, a mí mismo. Saludos para Prisca y Áquila º que han colaborado conmigo en Cristo Jesús y se jugaron la vida por salvar la mía. Y no sólo yo tengo que agradecérselo, sino todas las iglesias de origen pagano. Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia º. º Saluden a María que tanto se ha fatigado por ustedes. Saluden a Andrónico y a Junias, paisanos míos º y compañeros de prisión; su labor apostólica es bien conocida, e incluso creyeron en Cristo antes que yo. º
Ver contexto