Salmos 128, 3-6

Será tu esposa como parra fecunda en la intimidad de tu casa; serán tus hijos como ramas de olivo en torno a tu mesa º. º Así será bendecido todo el que venera al Señor: “Que el Señor te bendiga desde Sión º, que veas la dicha de Jerusalén todos los días de tu vida, º que veas a los hijos de tus hijos. ¡Que reine la paz en Israel!” º.
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