Salmos 74, 4-8

Tus rivales rugían en medio de tu asamblea, levantaban como señal de victoria sus estandartes. Aparecieron como quien blande un hacha en un bosque espeso; con hachas y martillos º destrozaron los bajorrelieves; prendieron fuego a tu santuario, profanaron la morada de tu nombre. º Pensaron: “¡Destruyámoslos de una vez!”. Y quemaron las moradas de Dios en la tierra º.
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