Genesis 32, 30-32

Jacob le preguntó: «Dime por favor tu nombre.» —«¿Para qué preguntas por mi nombre?» Y le bendijo allí mismo.
Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): «He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva.» El sol salió así que hubo pasado Penuel, pero él cojeaba del muslo.
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