Genesis 37, 1-9

Jacob, por su parte, se estableció en el que fue país residencial de su padre, el país de Canaán.

IV. Historia de José
José y sus hermanos.
Ésta es la historia de Jacob.
José tenía diecisiete años. Estaba de pastor de ovejas con sus hermanos —él, muchacho todavía—, con los hijos de Bilhá y los de Zilpá, mujeres de su padre. Y José comunicó a su padre lo mal que se hablaba de ellos.
Israel amaba a José más que a todos sus demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. Le había hecho una túnica de manga larga. Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos, y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle.
José tuvo un sueño y lo manifestó a sus hermanos, quienes le odiaron más aún. Les dijo: «Oíd el sueño que he tenido. Me parecía que nosotros estábamos atando gavillas en el campo, y de pronto mi gavilla se levantaba y se tenía derecha, mientras que vuestras gavillas le hacían rueda y se inclinaban hacia la mía.» Sus hermanos le dijeron: «¿Será que vas a reinar sobre nosotros o que vas a tenernos domeñados?» Y acumularon todavía más odio contra él por causa de sus sueños y de sus palabras. Volvió a tener otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Díjoles: «He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí.»
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