Genesis 7, 8-12

(De los animales puros, y de los animales que no son puros, y de las aves, y de todo lo que repta, sendas parejas de cada especie entraron con Noé en el arca, machos y hembras, como había mandado Dios a Noé.) A la semana, las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes, en ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron, y estuvo descargando la lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
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