I Corintios 10, 1-11


Lecciones de la historia de Israel.
No quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar; y todos fueron bautizados en relación con Moisés, en la nube y en el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo. Pero la mayoría de ellos no fue del agrado de Dios, pues sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron para ejemplo nuestro, para que no codiciemos lo malo como ellos lo codiciaron. No os hagáis idólatras al igual que algunos de ellos, como dice la Escritura: Sentóse el pueblo a comer y a beber y se levantó a divertirse. Ni forniquemos como algunos de ellos fornicaron y cayeron muertos veintitrés mil en un solo día. Ni tentemos al Señor como algunos de ellos le tentaron y perecieron víctimas de las serpientes. Ni murmuréis como algunos de ellos murmuraron y perecieron bajo el exterminador. Todo esto les acontecía en figura, y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos.
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