I Crónicas 19, 6-15


Primera campaña amonita.
Vieron los amonitas que se habían hecho odiosos a David y Janún, y los amonitas enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros y hombres de carro de Aram Naharáin, de Aram de Maacá y de Sobá. Tomaron a sueldo treinta y dos mil carros y al rey de Maacá con su ejército, los cuales vinieron y acamparon frente a Mádaba. Los amonitas se congregaron también desde sus ciudades y salieron a campaña. Lo supo David y mandó a Joab con toda la tropa y con los valientes. Salieron a campaña los amonitas y se ordenaron en batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los reyes que habían venido estaban aparte en el campo. Viendo Joab que tenía un frente de combate por delante y otro por detrás escogió a los mejores de Israel y los puso en línea contra Aram. Puso el resto del ejército al mando de su hermano Abisay y lo ordenó en batalla frente a los amonitas. Y dijo: «Si los arameos me dominan, ven en mi ayuda; y si los amonitas te dominan a ti, iré en tu socorro. Ten fortaleza y esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. Y que Yahvé haga lo que bien le parezca.» Y avanzó Joab con su ejército para luchar contra los arameos, que huyeron delante de él. Vieron los amonitas que los arameos emprendían la fuga y huyeron también ellos ante Abisay, hermano de Joab, y entraron en la ciudad, mientras que Joab volvió a Jerusalén.
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