I Crónicas 5, 16-24

Habitaban en Galaad, en Basán y sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta sus confines. Todos ellos fueron registrados en los días de Jotán, rey de Judá, y en los días de Jeroboán, rey de Israel.
Los hijos de Rubén, los de Gad y la media tribu de Manasés eran hombres valientes, llevaban escudo y espada, manejaban el arco y eran diestros en la guerra. Salían a campaña en número de 44.760. Hicieron guerra contra los agarenos, contra Yetur, Nafís y Nodab, y Dios les ayudó contra ellos, de suerte que los agarenos y todos los que con ellos estaban fueron entregados en sus manos; pues en la batalla clamaron a Dios y les fue propicio, por cuanto confiaban en él. Capturaron sus ganados: sus camellos, en número de 50.000, 250.000 ovejas, 2.000 asnos y 100.000 personas, pues, por ser guerra de Dios, cayeron muertos muchos. Y habitaron sus territorios hasta el destierro.

La media tribu de Manasés.
Los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en el país desde Basán hasta Baal Hermón, Senir y la montaña de Hermón.
Eran muy numerosos. Éstos fueron los jefes de sus casas paternas: Éfer, Yisí, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Yajdiel, hombres valerosos y renombrados, jefes de sus casas paternas.
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