I Macabeos 1, 16-24


Primera campaña de Egipto y saqueo del templo.
Antíoco, una vez asentado en el reino, concibió el proyecto de reinar sobre el país de Egipto para ser rey de ambos reinos. Con un fuerte ejército, con carros, elefantes, (jinetes) y numerosa flota, entró en Egipto y trabó batalla con el rey de Egipto, Tolomeo. Éste evitó su presencia y huyó; muchos cayeron heridos. Ocuparon las ciudades fuertes de Egipto, y Antíoco se hizo con los despojos del país. El año ciento cuarenta y tres, después de vencer a Egipto, emprendió el camino de regreso. Subió contra Israel y llegó a Jerusalén con un fuerte ejército.
Entró con insolencia en el santuario y se llevó el altar de oro, el candelabro de la luz con todos sus accesorios, la mesa de la proposición, los vasos de las libaciones, las copas, los incensarios de oro, la cortina, las coronas, y arrancó todo el decorado de oro que recubría la fachada del templo. Se apropió también de la plata, oro, objetos de valor y de cuantos tesoros ocultos pudo encontrar. Tomándolo todo, partió para su tierra después de derramar mucha sangre y de hablar con gran insolencia.
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