I Macabeos 1, 33-35

Después reconstruyeron la Ciudad de David con una muralla grande y fuerte, con torres poderosas, y la hicieron su Ciudadela. Establecieron allí una raza pecadora de rebeldes, que en ella se hicieron fuertes. La proveyeron de armas y vituallas, y depositaron en ella el botín que habían reunido del saqueo de Jerusalén. Fue un peligroso lazo.
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