I Macabeos 2, 32-38

Muchos corrieron tras ellos y los alcanzaron. Los cercaron y se prepararon para atacarles el día del sábado. Les dijeron: «Basta ya, salid, obedeced la orden del rey y salvaréis vuestras vidas.» Ellos les contestaron: «No saldremos ni obedeceremos la orden del rey de profanar el día de sábado.» Asaltados al instante, no replicaron ni arrojando piedras ni atrincherando sus cuevas. Dijeron: «Muramos todos en nuestra rectitud. El cielo y la tierra son testigos de que nos matáis injustamente.» Los atacaron, pues, en sábado y murieron ellos, sus mujeres, hijos y ganados: unas mil personas.
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