I Macabeos 3, 5-6

Persiguió a los impíos hasta sus rincones,
dio a las llamas a los perturbadores de su pueblo.
Por el miedo que les infundía, se apocaron los impíos,
se sobresaltaron todos los que obraban la iniquidad;
la liberación en su mano alcanzó feliz éxito.
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