I Pedro 3, 10-12

Pues quien quiera amar la vida
y ver días felices,
guarde su lengua del mal,
y sus labios de palabras engañosas, apártese del mal y haga el bien,
busque la paz y corra tras ella. Pues los ojos del Señor miran a los justos
y sus oídos escuchan su oración,
pero el rostro del Señor contra los que obran el mal.
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