I Pedro 3, 8-17


Entre los hermanos.
En conclusión, tened todos unos mismos sentimientos, sed compasivos, amaos como hermanos, sed misericordiosos y humildes. No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición. Pues quien quiera amar la vida
y ver días felices,
guarde su lengua del mal,
y sus labios de palabras engañosas, apártese del mal y haga el bien,
busque la paz y corra tras ella. Pues los ojos del Señor miran a los justos
y sus oídos escuchan su oración,
pero el rostro del Señor contra los que obran el mal.
En la persecución.
Y ¿quién os hará mal si os afanáis por el bien? Mas, aunque sufrierais a causa de la justicia, dichosos vosotros. No les tengáis ningún miedo ni os turbéis . Al contrario, dad culto al Señor , Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto. Mantened una buena conciencia, para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo. Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal.
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