I Reyes 12, 21-24

Al llegar a Jerusalén, Roboán reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil jóvenes dispuestos para la guerra, con objeto de combatir contra la casa de Israel y devolver el reino a Roboán, hijo de Salomón. La palabra de Dios se dirigió a Semaías, hombre de Dios, diciendo: «Habla a Roboán, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá, a Benjamín y al resto del pueblo y diles: Así dice Yahvé: No subáis a combatir con vuestros hermanos los israelitas. Que cada uno se vuelva a su casa, pues por mí se resolverá este asunto.» Ellos obedecieron la palabra de Yahvé, y dieron la vuelta y se fueron conforme a lo dicho por Yahvé.
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