I Reyes 13, 33-34

Tras esto, Jeroboán no se volvió de su mal camino, siguió consagrando para los lugares de culto sacerdotes tomados de entre el pueblo común; a todo el que lo deseaba, lo consagraba sacerdote de los lugares de culto. Este proceder condujo al pecado a la casa de Jeroboán y a su perdición y exterminio de la superficie de la tierra.
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