I Reyes 15, 27-30

Basá, hijo de Ajías, de la casa de Isacar, conspiró contra él y lo mató en Guibetón de los filisteos, cuando Nadab y todo Israel asediaban Guibetón. Basá hizo que lo mataran el año tercero de Asá, rey de Judá, y reinó en su lugar. Cuando llegó a rey, mató a toda la casa de Jeroboán, no dejó con vida a ninguno de los de Jeroboán, exterminándolos conforme a la palabra que Yahvé había dicho por boca de su siervo el profeta Ajías de Siló, por los pecados que Jeroboán cometió e hizo cometer a Israel, provocando la irritación de Yahvé, Dios de Israel.
Ver contexto