I Reyes 19, 5-8

Se recostó y quedó dormido bajo una retama, pero un ángel le tocó y le dijo: «Levántate y come.» Miró y a su cabecera había una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió y bebió y se volvió a recostar. El ángel de Yahvé volvió segunda vez, lo tocó y le dijo: «Levántate y come, pues el camino ante ti es muy largo.» Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.
Ver contexto