I Samuel 14, 36-46


Jonatán reconocido culpable es salvado por el pueblo.
Saúl dijo: «Bajemos durante la noche en persecución de los filisteos y saqueémoslos hasta el amanecer; no dejaremos ni un solo hombre.» Le respondieron: «Haz lo que mejor te parezca.» Pero el sacerdote dijo: «Acerquémonos aquí a Dios.» Consultó Saúl a Dios: «¿Bajaré en persecución de los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?» Pero no respondió en aquella ocasión. Entonces dijo Saúl: «Acercaos aquí todos los principales del pueblo. Investigad y ved en qué ha consistido el pecado de hoy. ¡Vive Yahvé que ha salvado a Israel!, que el que ha pecado, aunque se trate de mi hijo Jonatán, morirá sin remisión.» Nadie del pueblo se atrevió a responderle. Dijo a todo Israel: «Poneos a un lado, y yo y mi hijo Jonatán nos pondremos al otro», y el pueblo respondió a Saúl: «Haz lo que mejor te parezca.» Dijo entonces Saúl: «Yahvé Dios de Israel, ¿por qué no respondes hoy a tu siervo? Si el pecado es mío o de mi hijo Jonatán, Yahvé Dios de Israel, da urim; si el pecado es de tu pueblo Israel, da tumim .» Fueron señalados Saúl y Jonatán, quedando libre el pueblo. Saúl dijo: «Sortead entre mi hijo Jonatán y yo»; y fue señalado Jonatán.
Dijo entonces Saúl a Jonatán: «Cuéntame lo que has hecho.» Jonatán se lo contó. Y dijo: «No he hecho más que probar un poco de miel con la punta de la vara que tenía en la mano. Estoy dispuesto a morir.» Saúl replicó: «Que Dios me haga esto y me añada esto otro si no mueres, Jonatán.» Pero el pueblo dijo a Saúl: «¿Es que va a morir Jonatán siendo él quien ha conseguido esta gran victoria en Israel? ¡Dios nos libre! ¡Vive Yahvé! que no caerá en tierra ni un cabello de su cabeza, porque con ayuda de Dios lo hizo.» Así salvó el pueblo a Jonatán y no murió.
Regresó Saúl de la persecución de los filisteos y los filisteos alcanzaron su país.
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