I Samuel 31, 2-6

Apretaron de cerca los filisteos a Saúl y a sus hijos y mataron los filisteos a Jonatán, Abinadab y Malquisúa, hijos de Saúl. El peso de la batalla cargó sobre Saúl. Lo descubrieron los tiradores, los hombres del arco, y se llenó de miedo ante los tiradores. Dijo Saúl a su escudero: «Saca tu espada y traspásame, no sea que lleguen esos incircuncisos y hagan mofa de mí», pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor. Entonces Saúl tomó la espada y se arrojó sobre ella. Viendo el escudero que Saúl había muerto, se arrojó también sobre su espada y murió con él. Así murieron aquel día juntamente Saúl y sus tres hijos y su escudero, así como todos sus hombres.
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