II Corintios 10, 12-13


Respuesta a la acusación de ambición.
Ciertamente no osamos igualarnos ni compararnos a algunos que se recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y comparándose consigo mismos, obran sin sentido. Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; sino según la norma que Dios mismo nos ha asignado como medida al hacernos llegar también hasta vosotros.
Ver contexto