II Crónicas  14, 9-14

Salió Asá contra él y se pusieron en orden de batalla en el valle de Sefatá, junto a Maresá. Asá invocó a Yahvé su Dios, y dijo: «¡Oh Yahvé, sólo tú puedes ayudar entre el poderoso y el desvalido! ¡Ayúdanos, pues, Yahvé, Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre marchamos contra esta inmensa muchedumbre! ¡Yahvé, tú eres nuestro Dios! ¡No prevalezca contra ti hombre alguno!»
Yahvé derrotó a los etíopes ante Asá y Judá; y los etíopes se pusieron en fuga. Asá y la gente que con él estaba los persiguieron hasta Guerar; y cayeron de los etíopes hasta no quedar uno vivo, pues fueron destrozados delante de Yahvé y su campamento; y se recogió un botín inmenso. Batieron todas las ciudades de los alrededores de Guerar, porque el terror de Yahvé cayó sobre ellas; y saquearon todas las ciudades, pues había en ellas gran botín. Asimismo atacaron las majadas y capturaron gran cantidad de ovejas y camellos. Después se volvieron a Jerusalén.
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