II Crónicas  19, 5-11

Estableció jueces en el país, en todas las ciudades fortificadas de Judá, de ciudad en ciudad; y dijo a los jueces: «Mirad lo que hacéis; porque no juzgáis en nombre de los hombres, sino en nombre de Yahvé, que está con vosotros cuando administráis justicia. ¡Que esté sobre vosotros el temor de Yahvé! Atended bien a lo que hacéis, porque en Yahvé nuestro Dios no hay iniquidad ni acepción de personas ni soborno.»
También en Jerusalén estableció Josafat levitas, sacerdotes y cabezas de familia de Israel, para la administración de la justicia de Yahvé y para los litigios. Éstos habitaban en Jerusalén. Les dio esta orden: «Obraréis en todo en el temor de Yahvé, con fidelidad y con corazón perfecto. En todo pleito que venga a vosotros de parte de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, sean causas de sangre o cuestiones de la Ley, de los mandamientos, decretos y sentencias, habéis de esclarecerlos, a fin de que no se hagan culpables para con Yahvé y se encienda su ira contra vosotros y contra vuestros hermanos. Obrando así, no os haréis culpables.
«Amarías, como sacerdote, será vuestro jefe en todos las asuntos de Yahvé; y Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la casa de Judá, en todos los asuntos del rey. Los levitas os servirán de escribas.¡Esforzaos, y manos a la obra! Y esté Yahvé con quien sea bueno.»
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