II Crónicas  2, 3-4

Me propongo edificar un templo al Nombre de Yahvé, mi Dios, para consagrársela, para quemar ante él incienso aromático, para la ofrenda perpetua de los panes presentados, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, novilunios y solemnidades de Yahvé nuestro Dios, como se hace siempre en Israel. El templo que voy a edificar será grande, porque nuestro Dios es mayor que todos los dioses.
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