II Crónicas  24, 14-16

Acabado el trabajo, entregaron al rey y a Joadá el resto del dinero, con el cual hicieron objetos para el templo de Yahvé, utensilios para el ministerio y para los holocaustos, vasos y objetos de oro y plata.
Durante toda la vida de Joadá se ofrecieron siempre holocaustos en el templo de Yahvé. Envejeció Joadá, y murió colmado de días. Tenía ciento treinta años cuando murió. Lo sepultaron en la Ciudad de David, con los reyes, porque había hecho el bien en Israel, con Dios y con su templo.
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