II Crónicas 3, 5-7
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Revistió la Sala Grande de madera de ciprés y la recubrió de oro fino, haciendo esculpir en ella palmas y cadenillas. Para adornar el templo lo revistió también de piedras preciosas; el oro era oro de Parváin. Recubrió de oro el templo, las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas, y esculpió querubines sobre las paredes.
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