II Reyes  14, 2-6

Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Joadán, de Jerusalén. Hizo lo recto a los ojos de Yahvé, pero no como su padre David. Actuó exactamente como su padre Joás. Sin embargo, los altozanos no desaparecieron; el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los altozanos.
Cuando el reino estuvo afianzado en sus manos, mató a los servidores que habían matado al rey su padre, pero no ejecutó a los hijos de los asesinos, en conformidad con lo escrito en el libro de la Doctrina de Moisés, donde Yahvé dio una orden diciendo: «Los padres no serán ajusticiados por causa de los hijos; los hijos no serán ajusticiados a causa de los padres, sino que cada uno será ajusticiado por su propio pecado.»
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