II Reyes  16, 2-4

Tenía Ajaz veinte años cuando comenzó a reinar y reinó dieciséis años en Jerusalén. No hizo lo recto a los ojos de Yahvé, su Dios, como David, su padre. Siguió el camino de los reyes de Israel; incluso arrojó a su hijo a la pira de fuego, según la costumbre abominable de las naciones que Yahvé había expulsado ante los israelitas. Ofreció sacrificios y quemó incienso en los altozanos, en las colinas y bajo todo árbol frondoso.
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