II Reyes  23, 17-18

Y preguntó: «¿Qué monumento es ése que estoy viendo?» Los hombres de la ciudad le respondieron: «Es la tumba del hombre de Dios que vino de Judá y anunció esto que has hecho con el altar de Betel.» Él dijo: «Dejadlo. Que nadie remueva sus huesos.» Así respetaron sus huesos junto con los del profeta que procedía de Samaría.
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