II Reyes  24, 13-14

Se llevó de allí todos los tesoros del templo de Yahvé y los del palacio real y deshizo toda la decoración de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho en el santuario de Yahvé, como Yahvé había advertido. Deportó a todo Jerusalén, todos los jefes y guerreros, diez mil deportados, y todos los herreros y cerrajeros. No quedó más que la gente más pobre del país.
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