II Reyes  24, 2-4

Yahvé lanzó contra él bandas de caldeos, arameos, moabitas y amonitas; las envió contra Judá para aniquilarla, conforme al oráculo de Yahvé pronunciado por boca de sus siervos los profetas. Esto le ocurrió a Judá por orden de Yahvé, que la echó de su presencia por los pecados cometidos por Manasés, y también por la sangre inocente que había derramado. Inundó Jerusalén de sangre inocente y Yahvé no quiso perdonar.
Ver contexto