II Reyes  9, 25-26

Jehú ordenó a su escudero Bidcar: «Recógelo y tíralo en el campo de Nabot de Yizreel, pues recuerda cómo tú y yo cabalgábamos uno al lado del otro detrás de Ajab, su padre, y entonces Yahvé lanzó contra él esta sentencia: “Juro que vi ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos, oráculo de Yahvé. En este mismo campo te lo reclamaré, oráculo de Yahvé.” Así que recógelo y tíralo al campo según la palabra de Yahvé.»
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