II Samuel  21, 8-10

Tomó el rey a los dos hijos que Rispá, hija de Ayá, había dado a Saúl, Armoní y Mefibóset, y a los cinco hijos que Mical, hija de Saúl, había dado a Adriel, hijo de Barzilay de Mejolá y los puso en manos de los gabaonitas, que los despeñaron en el monte ante Yahvé. Cayeron los siete a la vez; fueron muertos en los primeros días de la cosecha, al comienzo de la siega de la cebada.
Rispá, hija de Ayá, tomó un sayal y se lo tendía sobre la roca desde el comienzo de la siega hasta que cayeron sobre ellos las lluvias del cielo; no dejaba que se pararan junto a ellos las aves del cielo por el día ni las bestias del campo por la noche.
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