II Tesalonicenses  1, 5-10

Esto es señal del justo juicio de Dios, en el que seréis declarados dignos del Reino de Dios, por cuya causa padecéis. Porque es propio de la justicia de Dios el pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros, los atribulados, con el descanso junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, en medio de una llama de fuego, y tome venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús. Éstos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder , cuando venga en aquel día a ser glorificado en sus santos y admirado en todos los que hayan creído —pues nuestro testimonio ha sido creído por vosotros.
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